El impacto electoral en los Estados Unidos con el triunfo de Donald Trump, ha provocado numerosas lecturas, entre otras, signos de preocupación, temor, alteraciones y sacudimientos en los mercados, los conflictos bélicos, en el fenómeno migrante, entre los pueblos latinoamericanos, las coberturas informativas, y claro, entre millones de mexicanos aquí y allá del otro lado de la frontera que entran en un nuevo episodio de escenarios llenos de tribulaciones y vicisitudes en su lucha por alcanzar el llamado sueño americano.
El próximo presidente de los Estados Unidos (quien ya lo fue) bien sabe que cometería un grave error si con su mejor aliado y vecino que es México, asume actitudes de prepotencia como las anunciadas en campaña, desde la aplicación de aranceles hasta deportaciones masivas de mexicanos no documentados que laboralmente, son la fórmula eficaz para que el poderoso país se mueva en su creciente normalidad económica. El acertado gesto diplomático de comunicación entre la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y Donald Trump, no debe ser interpretado como engañoso optimismo, pues reza la sentencia, lo cortés no quita lo valiente desde ambos lados, pero la estrategia debe ser una vigorosa preparación ante los posibles embates a partir del 20 de enero de 2025 de toma de posesión del presidente norteamericano.
México no debe quedar atrapado en esa especie de temor o incertidumbre frente a las relaciones con Estados Unidos en la nueva etapa de Trump, la presidenta Sheinbaum ha dicho que no haya preocupación y el Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, que habrá que encararlo con sangre fría e inteligencia, comportamientos prudentes y mesurados que traducen confianza, porque las alteraciones por venir no amilanan, ni asustan ni desalientan a los mexicanos y sus gobernantes, hoy mismo la primera Presidenta de México, en Zacatecas recibirá el respaldo total frente a una nueva realidad política internacional que no será ambiente para la supeditación, ciertamente y como bien ella lo reitera, deberá haber pleno respeto a las soberanías y la seguridad de una férrea defensa de los mexicanos aquí y allá, de eso no hay duda, como la credibilidad y confianza a las posturas mexicanas ante T-MEC que habrá de revisarse.
México-EU, países democráticos
México como Estados Unidos son países democráticos y como vecinos históricos no admiten separación, aun con los efectos inmediatos de preocupación y alarmas, han de construirse tiempos extraordinarios en la nueva relación, el enfoque ya es optimista y así hay que mantenerlo con el apoyo popular, las amenazas vertidas hay que verlas por la sangre pesada de Trump y desde la sangre fría de los liderazgos mexicanos; esa cordialidad en la primera comunicación telefónica entre nuestra presidenta y Donald Trump debe prevalecer inalterable, que si la frontera se ha de convertir en una línea poderosa, será por el acuerdo de dos y con respeto a los derechos de mexicanos y norteamericanos.
Hay una realidad que es innegable, Zacatecas vive su gradual crecimiento con los esfuerzos acá de su pueblo y gobiernos, sin jamás olvidar que los zacatecanos migrantes allende la frontera, aportan y contribuyen heroicamente, sus cotidianas remesas acumulan recursos económicos que hasta superan el Presupuesto de Egresos del Estado, hacen posible en gran milagro de la subsistencia de miles y miles de familias en todos los municipios, que reciben esas remesas que han impedido caer en la peor de las pobrezas y en el más grave de los atrasos, son por así decirlo, la gran salvación. Por eso es la preocupación ante las amenazas, porque habrá deportaciones masivas y porque serán muchos los zacatecanos afectados, recordemos que más un millón de paisanos están allá convertidos en factor de progreso para Estados Unidos y nuestro estado. Es en serio que hay preocupación, como así lo advierte el científico social Miguel Moctezuma Longoria, que prevé un aumento en deportaciones y gradual reducción de las remesas, además de la generación de sentimientos de odio y racismo que el presidente electo ha extendido como una verdadera y dañina campaña antiinmigrante.
Los zacatecanos allá en Estados Unidos, los más organizados como migrantes productivos y progresistas que actúan a través de sus clubes integrados en federaciones desde California, hasta Texas, Arizona, Illinois, Florida y New York, líderes como Daniel García Pereyra, en Denver, Colorado; Santiago Rosales Arenas, presidente del club migrante “raíces zacatecanas” o Juan Antonio Tovar Hernández y Fidel Vázquez , en el Valle de San Fernando, California, son voces que como Adriana Ortiz y Ana María Ibarra, de California y Colorado, hacen la fuerza unificada y un verdadero valladar para la defensa de los paisanos y para desde allá, fortalecer las políticas diplomáticas e internacionales de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, que hoy deberá sentir en Zacatecas, el absoluto respaldo, la total solidaridad, la fuerza migrante más poderosa y organizada del país, que desde aquí desde allá, son potencialidad económica e invariable lealtad a sus políticas sociales, a su desafío internacional ante las amenazas de contención y de acecho económico.
Sheinbaum defenderá a México
En resumen, el comportamiento de la presidenta Sheinbaum en defensa del país y de los migrantes o paisanos, allá, genera certidumbre y eleva las condiciones de confianza, sus decisiones serán pauta para demostrar que la nueva cultura política que se ha construido con el respaldo popular, es fuerza de unidad y cohesión ante los posibles embates que hoy solo son amenaza, no es necesario atrincherarse en actitudes contestatarias o defensivas estériles, solo hay que asumir como ya lo hace la mandataria, la más entera dignidad, sin desconocer la nueva realidad, la defensa de la soberanía de México siempre ha de ser la gran prioridad ante cualquier fuerza amenazante. Los cambios y transformaciones que ya avanzan por el país y que en Zacatecas constituyen bastión infranqueable, habrán de poner el más contundente alto a las obsesivas terquedades de dominio internacional. Con sangre fría e inteligencia se enfrentarán las veleidades de adversarios que se pretenden prepotentes y renovados conquistadores.
Nos leemos la próxima semana.