Conforme avance la pacificación el estado, irremediablemente, se debe retomar con fuerza los senderos del desarrollo con crecimiento, impulsar fuertemente la economía, rescatar el turismo, atender la crisis del campo, entre otras cosas. Dicho de otro modo, a la mitad del camino es necesario recuperar todo el tiempo perdido en los sectores productivos. Ya son cinco décadas en donde hay muchos estancamientos. Este es un buen momento, para que Zacatecas entre en otra dinámica más propositiva, si hay mejoras en los índices de inseguridad, en automático, los empresarios lo toman muy bien.
Los aciagos acontecimientos provocaron el adormecimiento de los esfuerzos sociales y gubernamentales por ascender a través de los cambios institucionales. Los propios empresarios, los dueños del dinero no están cómodos, sienten, que es el momento de ponerse las pilas todos, donde el Gobierno de Zacatecas que encabeza David Monreal Ávila brinde las facilidades, sin tintes ni sesgos políticos-ideológicos. De hecho, por momentos, pareciera, que el Consejo Estatal de Desarrollo Económico quedó anulado y desintegrado, por otro lado, el Comité Estatal de Planeación del Desarrollo es instancia carente de fortaleza, creatividad, sin coordinación ni coherencia y aunque cuenta con los medios políticos y legales, no ejerce responsabilidades de integración e inclusión como puentes de vinculación son los sectores productivos, no hay una convención progresista e impulsora del desarrollo con la participación efectiva de la sociedad y los gobiernos, sobre todo ahora que se abren óptimas condiciones. Hay tiempo para darle otro giro más emprendedor.
Trato digno de la Federación
No exageramos, ante las expectativas renovadoras y transformadoras del nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo que arrancará el primero de octubre, al que se han de sumar las ganas y pasiones encendidas de la nueva camada de senadores y diputados federales, entre ellos, el liderazgo de notables zacatecanos como Ricardo Monreal Ávila, que será el coordinador morenista en la Cámara de Diputados; Carlos Puente Salas, que continuará en la conducción de la bancada del PVEM o de un aguerrido Reginaldo Sandoval en la coordinación de la diputación del PT, estamos hablando de tres personajes que son aliados y que han de ser clave en la gestión presupuestal para Zacatecas. Hay más que condiciones para que la Federación le de un trato digno al estado, largamente, anhelado.
En medio de está discusión, Zacatecas tendrá otros actores que están obligados a dar la pelea ahora que se presente el Paquete Económico 2025, en donde, la próxima presidenta, la doctora Claudia Sheinbaum ya tendrá participación. Entre esos zacatecanos estarán: Saúl Monreal Ávila, Verónica Díaz Robles, Julia Olguín Serna y Ulises Mejía Haro. Tal vez entren: Amalia Dolores García Medina y Geovanna Bañuelos de la Torres, entre otros. Ni que decir, de Claudia Anaya Mota.
A la mitad del sexenio
Nos encontramos casi a la mitad del sexenio de la administración de David Monreal Ávila y, si las energías del poder y la sociedad se concentraron en abatir las difíciles condiciones de incertidumbre e inseguridad provocadas por la violencia, es momento, de que Zacatecas entre a una etapa de grandes decisiones y definiciones, los cambios en la correlación de fuerzas producto y resultado de las elecciones locales que establecieron un escenario de pluralidad política y diversidad social, sin hegemonías partidarias, convocan a todos los actores a olvidarse del exterminio o aniquilación del adversario para dar paso al diálogo e interlocución corresponsables con el interés superior de Zacatecas, donde las fuerzas políticas y sociales sean llamadas al diálogo, al análisis, la libre discusión de propuestas, proyectos e ideas. De paso, urge también que el gobierno actual escuche y atienda las opiniones, críticas, valoraciones y reconocimientos que se le hacen desde la población.
La sociedad en sus cabeceras municipales y en sus comunidades y los 58 municipios confían en el afán y vocación integradora del gobierno, que se vea y reconozca el nuevo escenario político electoral como la gran oportunidad para conjuntar diferencias y coincidencias, armonizar en lugar de polarizar, dialogar sin confrontar ni descalificar, donde las apariencias no nos engañen, donde la maldita y negativa percepción ceda de una vez por todas, donde se avance hacia la pacificación y se abran nuevos rumbos para los zacatecanos que creemos en las nuevas circunstancias de pluralidad y diversidad deben desencadenar mayores energías y la fuerza de la unidad para enfrentar los nuevos desafíos de evolución en la transformación y todos los sectores productivos, los gobiernos estatal y municipales deben ser capaces de recrear y reinventar la historia del Zacatecas indómito.
¿Vamos a seguir perdiendo tiempo?
En serio, reflexionemos: ¿Acaso vamos a seguir pendiendo el tiempo, donde se desvanezca otro sexenio de oportunidades y que haya otra nueva década de estancamiento? Zacatecas ya no debe retroceder, no más estancamiento, la ciudadanía exigen reactivación económica, acelerar el ritmo de desarrollo con crecimiento, donde gobernantes y gobernados se escuchen y que juntos decidan, el carácter estéril de los odios y la confrontación permanente, deben desaparecer del escenario en la nueva convivencia que nos dejó el 2 de junio. ¡Entendamos ya carajo!
Nos leemos la próxima semana.
