El presidencialismo mexicano es único en el mundo, sea bajo el régimen priista, panista o ahora morenista, el esquema no cambia, pero en cada caso y sin lugar a dudas, se trata de colocar a México en la vía de la normalidad democrática, porque la coincidencia entre las fuerzas políticas es crear las mejores condiciones para el ejercicio de las libertades, de los derechos y el respeto mutuo entre los contendientes en la lucha por el poder, con aceptación de alternancias pacíficas, con plena disposición de la sociedad, los ciudadanos, los partidos, los gobiernos y las instituciones para entrar y permanecer en la transición hacia el perfeccionamiento del sistema democrático.
No se trata de establecer comparativos sobre las transiciones o entre los presidentes de la República que se han sucedido desde 1824 con Guadalupe Victoria, hasta los días de la cuarta transformación tras haber pasado los mexicanos por la brutal hegemonía priista y el conservadurismo panista. Después de Lázaro Cárdenas y Manuel Ávila Camacho con Adolfo López Mateos, inician los gobiernos del PRI que durante 5 décadas construyen la llamada continuidad revolucionaria: Gustavo Díaz Ordaz, el monstruo que masacró a los universitarios el 2 de octubre del 68, que ni se olvida y mantiene latente el odio a ese presidente; Luis Echeverría Álvarez, con su carácter populista, pero ejecutor de la guerra sucia contra la guerrilla y sus líderes; José López Portillo, que defendió al peso mexicano como perro; Miguel de la Madrid Hurtado, incapaz de controlar la crisis económica con su renovación moral.
Ya con el polémico, Carlos Salinas de Gortari que llegó al Palacio Nacional a través del fraude electoral, que sufrió la irrupción del Ejército Zapatista en Chiapas, que abrió las puertas del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá y vivió el magnicidio de Luis Donaldo Colosio; Ernesto Zedillo Ponce de León, el protagonista del derrumbe económico de diciembre de 94 y el constructor del escenario a la alternancia presidencial del PAN con Vicente Fox Quesada y luego la apretada victoria de Felipe Calderón Hinojosa y el autor de la guerra contra el narcotráfico. Sobrevino una pausa del PRI con Enrique Peña Nieto; en 2018 el triunfo histórico de Andrés Manuel López Obrador y de su Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) hasta estos momentos también históricos de la primera mujer en la presidencia de la República, la científica y académica Claudia Sheinbaum Pardo.
Claudia, el azoro del mundo
A 6 días de su toma de protesta y posesión, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo mantiene el azoro en el mundo, con formidable impacto en los países europeos, América Latina y particularmente Canadá y Estados Unidos; 110 países enviaron representación diplomática a la solemnidad del primero de octubre en el Congreso de la Unión. Nada crítico o conflictivo le arredra, el mismo día de su iniciación Acapulco fue castigado por segunda vez por los huracanes; 80 ejecutados en diversos estados, con sobresalto por la matanza de 6 migrantes en Chiapas por las balas del Ejército, y la movilización contra la reforma del Poder Judicial. Han sido unos primeros días para recordar.
Al día siguiente, el 2 de Octubre, abre sus conferencias de prensa estilo mañanera y lanza el perdón a los jóvenes de 68 masacrados hace 56 años en Tlatelolco y llega al puerto de Acapulco a evaluar daños, decidir y ordenar apoyo a los damnificados y proyectar la reconstrucción, desde entonces no hay tregua y se mueve como experta en el ejercicio del poder, aún con la carga de sospechas sobre la sombra de su antecesor, situaciones que implican alto grado de tensión y que se agudizan, pero como ha generado positivas expectativas, el sector empresarial, turístico, minero e industrial le han reiterado apoyo total; el peso se recupera la economía traza mejores rutas de crecimiento y los factores ominosos tienden a desvanecer por la confianza social y la credibilidad ciudadana que se han restaurado.
De inmediato y frente a las crisis heredadas logró reproducir un escenario de respeto a las libertades públicas, a las ideas y expresiones políticas e ideológicas en el Senado y la Cámara de Diputados, entre los gobernadores sin distingo de colores, el reconocimiento a la igualdad y equidad entre mujeres y hombres, un tránsito real a lo que ha llamado el segundo piso de la cuarta transformación. Hasta hoy, el punto fundamental de la discusión, los análisis, la información y el ejercicio de gobierno, giran en torno de las condiciones de violencia e inseguridad que se han desatado en Sinaloa, Guanajuato, Chihuahua, Colima, Nayarit y Tamaulipas y ahora en Aguascalientes, ante la firme certeza de absoluto respaldo del Ejército mexicano que otra vez ha ratificado a la presidenta Sheinbaum Pardo como la Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas.
En suma, hay en estos primeros días presidenciales de la mujer, un verdadero compromiso nacional de solidaridad y acompañamiento frente a las crisis y los conflictos, se reafirman los valores y principios de la cuarta transformación, como una transición democrática que deja atrás concepciones autoritarias y absolutistas e incluso se ha llamado a los sectores de la población y a la oposición a poner en práctica un diálogo serio y responsable que ponga por encima el interés superior de la Nación a fin de que sea posible edificar una verdadera convivencia política y estabilidad social con respeto a la pluralidad y todas las libertades, hay voluntad para compartir identidad común y consolidar relaciones políticas y sociales respetuosas y civilizadas. Por todos los horizontes del país ya se empieza a construir el segundo piso de la Cuarta Transformación.
Giro de 180 grados
Y de pronto, aparece el Coordinador General Jurídico del Gobierno de Zacatecas, -el juez con licencia-, Ángel Arturo Muñoz Muro y habla sobre el polémico segundo piso. Advierte que el Ayuntamiento de Zacatecas no puede frenar la construcción que se pretende realizar en un tramo de 3.34 kilómetros en el bulevar, porque es una obra federal. De intentar hacerlo, estaría incurriendo en una violación a la Ley, además, de que se estaría extralimitando. Dicho con propiedad, el municipio no otorga los permisos para construcción de obras de carácter federal. Hasta ahora, el presidente municipal, Miguel Ángel Varela Pinedo ya no ha vuelto a emitir una opinión al respecto. Lo último fue que dejaba la venta abierta para la discusión de la mega obra. Pero nada más.
Nos leemos la próxima semana.