/ domingo 28 de julio de 2024

Escenarios / Cambios para evolucionar

Es muy sano y responsable que un gobierno que se ostenta de renovador pensamiento decida asumir autocrítica para en su proceso transformador evaluar resultados que se acerquen al cumplimiento de compromisos con los gobernados, más si los actuales momentos de transición en el escenario nacional, urgen de actualización y adaptación para ensamblar justamente en la coordinación de la vigorosa estructura organizacional y de ejercicio del poder en favor del pueblo y su estado de bienestar. En otras palabras, a la mitad del camino son saludables los cambios, pero para mejorar porque que, la verdad sea dicha de paso pues como que urge, pero ya. Ya es ya.

Ante la proximidad del 8 de septiembre del tercer informe gubernamental, insistir, justamente a la mitad del sexenio, desde ahora el gobernador David Monreal Ávila, anunció a los zacatecanos que vienen cambios en el gabinete (lo ha dicho infinidad de veces, pero hasta ahora nada), los que deberán ser acordes, afines o en sintonía con la recomposición presidencial que Claudia Sheinbaum Pardo promueve y consolida como la ambiciosa proyección del segundo piso de la Cuarta Transformación, cambios y relevos que han de armonizar consecuentes con los 4 ejes rectores que el mandatario plantea sobre el desarrollo y crecimiento del estado, la minería, el campo, la industria y el turismo, los que a la mitad del camino deben modificar prioridades y abrir horizontes de potencialidad con más audacia, creatividad y trascendencia.

Acertado que se haga un balance de esta primera mitad de la administración gubernamental para informar y para evaluar a cada secretaría y a cada funcionario con el propósito de dar resultados para Zacatecas. Con honestidad y lealtad a su equipo que le acompañan desde el inicio de su gobierno, Monreal Ávila considera que tiene buenos funcionarios, pero algunos, por ser buenos no han sido suficientemente eficaces, no han aportado los esfuerzos que respondan óptima y efectivamente a solucionar la emergencia social que le fue heredada por el priismo como la más severa crisis económica, turística, agropecuaria y de inseguridad.

No caben los apéndices

Bajo esta primicia, ahora y aquí, a la mitad del camino, no caben los aprendices ni los improvisados, la reestructuración que se pretende en secretarías e instituciones descentralizadas, tiene que contemplar calidad académica y profesional, reconocida experiencia en las áreas operativas, con sensibilidad social y política, pasión por servir a la gente y a las instituciones, humildad y honestidad en el ejercicio de la función pública, creatividad, inteligencia, iniciativa e innovación para fortalecer a la actual administración. Y claro, indeclinable e invariable lealtad a Zacatecas y a su gobernante, porque a medio camino, cualquier retroceso por cualquiera de los senderos, es inaceptable, los esfuerzos deben convertirse en hazañas que deriven edificantes desde el jefe del Ejecutivo hasta los nobles y responsables trabajadores en todas las dependencias, sin dejar de lado la respetuosa relación con los Poderes Legislativo y Judicial, que indudablemente, son también parte vital en el gobierno renovador.

Los zacatecanos observan que se sirve mejor a sus valores y objetivos de superación y desarrollo si la gobernanza se perfecciona, actuando como guía o conducción, con ejemplar liderazgo ante los 58 municipios y en conjunción con los legisladores federales y locales, con los magistrados y jueces, hasta con los dirigentes comunitarios y de todos los sectores productivos que colectivamente tienen la convicción, corresponsabilidad y obligación de luchar juntos por recuperar la grandeza de Zacatecas que anhela un futuro mejor.

Razonable, pues, y alentador que el mandatario busque fortalecer su gobierno (porque vaya que hace falta) con nuevos valores, con notables zacatecanos que le den la vuelta al innegable deterioro que la maldita percepción provoca hacia los horizontes nacional e internacional, nuevos actores que tienen que apresurarse para no perder más tiempo y recuperar el perdido, porque la urgencia de hoy es acoplarse de inmediato al proceso de construcción del segundo piso de la cuarta transformación que iniciará el primero de octubre con la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, que ya adelanta con las señales de un discurso que ya retumba en cada rincón del país y del estado, lo que atisba a despejar el horizonte muchas veces violento y otras que arrecian la incertidumbre económica y la contención del crecimiento, como así ocurre en el estado y sus municipios tan gravemente afectados por el abandono presupuestario.

El Gobernador lo sabe

Así, por ejemplo, el nuevo concepto turístico trazado por la presidenta electa a través de su próxima secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, tiene que dominar en Zacatecas bajo sus nuevas cualidades, características y visiones transformadoras y esas condiciones en lo nacional, necesariamente imponen un cambio, un relevo en la conducción turística estatal, que sea capaz de romper con la inercia de siempre. Otro escenario es el tema de la Economía, un estancamiento que no es percepción, es una dolorosa realidad que hasta las estadísticas nacionales lo exhiben y que por los escasos o nulos resultados, la Secretaría ya merece una contundente sacudida, para que las responsabilidades promotoras de la industrialización logren la más vigorosa tenacidad, porque los detractores de este gobierno, pegan por ese flanco que se muestra débil y más frágil, no trasciende más allá de las ferias del empleo y la exigencia de la modernidad es incorporarse ya al acelerado ritmo de la recuperación económica nacional.

Ciertamente, el campo no es problema, es solución y al parecer el cambio ahí en la secretaría del Campo, no alcanza a insertar los esfuerzos de los campesinos y ganaderos productores. El estado es primer lugar en producción agrícola del frijol, los chiles, las verduras como ajos, cebollas, tomates, lechuga, papas; la fruticultura sigue firme en la producción de uva, durazno, manzana. Sin embargo, mucho más falta por hacer, no solo esperanzados a las lluvias que ahora son alentadoras del gran optimismo por cosechas que aporten a la alimentación nacional, pero sin duda, se puede competir más de lo que se ha cooperado a la producción nacional, urge recuperar la grandeza del pasado en producción ganadera, los productores exigen entrar a la escena de la producción nacional e internacional, Zacatecas está en mejores condiciones para insistir en sus enormes potencialidades, es necesaria la amalgama de los esfuerzos de tecnificación del gobierno con la vocación y pasión de nuestros productores agrícolas y ganaderos. En el caso de la Secretaría del Agua y Medio Ambiente, urgen más responsabilidad y compromiso en la consolidación del proyecto Milpillas, desde el escritorio no van a convencer a los ejidatarios de Jiménez del Teúl, si Claudia Sheinbaum Pardo ya ofreció los recursos para lograr la realidad del desafío hídrico, este compromiso requiere y exige de renovados esfuerzos direccionales, más audacia e inteligencia en la gestión, readecuar la SAMA a esa prioridad, es vital y un gran compromiso del gobierno tiene que cumplir en beneficio de los zacatecanos desde Sombrerete hasta Guadalupe.

En suma, los tres años que vienen tienen que destacar por resultados, la medianía e improvisaciones nunca alcanzarán esos niveles que se registren en la memoria de los zacatecanos, los angustiantes dilemas de la inseguridad, el atraso económico, el retroceso turístico, el urgente abastecimiento del agua potable, la integración del sistema de vialidad, las apremiantes necesidades en salud, las enormes expectativas culturales, requieren redoblar esfuerzos, todo esto acumulado son retos y desafíos que con equilibrios en la balanza del poder. Urgen los cambios y David Monreal Ávila lo sabe.


Nos leemos la próxima semana.

Es muy sano y responsable que un gobierno que se ostenta de renovador pensamiento decida asumir autocrítica para en su proceso transformador evaluar resultados que se acerquen al cumplimiento de compromisos con los gobernados, más si los actuales momentos de transición en el escenario nacional, urgen de actualización y adaptación para ensamblar justamente en la coordinación de la vigorosa estructura organizacional y de ejercicio del poder en favor del pueblo y su estado de bienestar. En otras palabras, a la mitad del camino son saludables los cambios, pero para mejorar porque que, la verdad sea dicha de paso pues como que urge, pero ya. Ya es ya.

Ante la proximidad del 8 de septiembre del tercer informe gubernamental, insistir, justamente a la mitad del sexenio, desde ahora el gobernador David Monreal Ávila, anunció a los zacatecanos que vienen cambios en el gabinete (lo ha dicho infinidad de veces, pero hasta ahora nada), los que deberán ser acordes, afines o en sintonía con la recomposición presidencial que Claudia Sheinbaum Pardo promueve y consolida como la ambiciosa proyección del segundo piso de la Cuarta Transformación, cambios y relevos que han de armonizar consecuentes con los 4 ejes rectores que el mandatario plantea sobre el desarrollo y crecimiento del estado, la minería, el campo, la industria y el turismo, los que a la mitad del camino deben modificar prioridades y abrir horizontes de potencialidad con más audacia, creatividad y trascendencia.

Acertado que se haga un balance de esta primera mitad de la administración gubernamental para informar y para evaluar a cada secretaría y a cada funcionario con el propósito de dar resultados para Zacatecas. Con honestidad y lealtad a su equipo que le acompañan desde el inicio de su gobierno, Monreal Ávila considera que tiene buenos funcionarios, pero algunos, por ser buenos no han sido suficientemente eficaces, no han aportado los esfuerzos que respondan óptima y efectivamente a solucionar la emergencia social que le fue heredada por el priismo como la más severa crisis económica, turística, agropecuaria y de inseguridad.

No caben los apéndices

Bajo esta primicia, ahora y aquí, a la mitad del camino, no caben los aprendices ni los improvisados, la reestructuración que se pretende en secretarías e instituciones descentralizadas, tiene que contemplar calidad académica y profesional, reconocida experiencia en las áreas operativas, con sensibilidad social y política, pasión por servir a la gente y a las instituciones, humildad y honestidad en el ejercicio de la función pública, creatividad, inteligencia, iniciativa e innovación para fortalecer a la actual administración. Y claro, indeclinable e invariable lealtad a Zacatecas y a su gobernante, porque a medio camino, cualquier retroceso por cualquiera de los senderos, es inaceptable, los esfuerzos deben convertirse en hazañas que deriven edificantes desde el jefe del Ejecutivo hasta los nobles y responsables trabajadores en todas las dependencias, sin dejar de lado la respetuosa relación con los Poderes Legislativo y Judicial, que indudablemente, son también parte vital en el gobierno renovador.

Los zacatecanos observan que se sirve mejor a sus valores y objetivos de superación y desarrollo si la gobernanza se perfecciona, actuando como guía o conducción, con ejemplar liderazgo ante los 58 municipios y en conjunción con los legisladores federales y locales, con los magistrados y jueces, hasta con los dirigentes comunitarios y de todos los sectores productivos que colectivamente tienen la convicción, corresponsabilidad y obligación de luchar juntos por recuperar la grandeza de Zacatecas que anhela un futuro mejor.

Razonable, pues, y alentador que el mandatario busque fortalecer su gobierno (porque vaya que hace falta) con nuevos valores, con notables zacatecanos que le den la vuelta al innegable deterioro que la maldita percepción provoca hacia los horizontes nacional e internacional, nuevos actores que tienen que apresurarse para no perder más tiempo y recuperar el perdido, porque la urgencia de hoy es acoplarse de inmediato al proceso de construcción del segundo piso de la cuarta transformación que iniciará el primero de octubre con la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, que ya adelanta con las señales de un discurso que ya retumba en cada rincón del país y del estado, lo que atisba a despejar el horizonte muchas veces violento y otras que arrecian la incertidumbre económica y la contención del crecimiento, como así ocurre en el estado y sus municipios tan gravemente afectados por el abandono presupuestario.

El Gobernador lo sabe

Así, por ejemplo, el nuevo concepto turístico trazado por la presidenta electa a través de su próxima secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, tiene que dominar en Zacatecas bajo sus nuevas cualidades, características y visiones transformadoras y esas condiciones en lo nacional, necesariamente imponen un cambio, un relevo en la conducción turística estatal, que sea capaz de romper con la inercia de siempre. Otro escenario es el tema de la Economía, un estancamiento que no es percepción, es una dolorosa realidad que hasta las estadísticas nacionales lo exhiben y que por los escasos o nulos resultados, la Secretaría ya merece una contundente sacudida, para que las responsabilidades promotoras de la industrialización logren la más vigorosa tenacidad, porque los detractores de este gobierno, pegan por ese flanco que se muestra débil y más frágil, no trasciende más allá de las ferias del empleo y la exigencia de la modernidad es incorporarse ya al acelerado ritmo de la recuperación económica nacional.

Ciertamente, el campo no es problema, es solución y al parecer el cambio ahí en la secretaría del Campo, no alcanza a insertar los esfuerzos de los campesinos y ganaderos productores. El estado es primer lugar en producción agrícola del frijol, los chiles, las verduras como ajos, cebollas, tomates, lechuga, papas; la fruticultura sigue firme en la producción de uva, durazno, manzana. Sin embargo, mucho más falta por hacer, no solo esperanzados a las lluvias que ahora son alentadoras del gran optimismo por cosechas que aporten a la alimentación nacional, pero sin duda, se puede competir más de lo que se ha cooperado a la producción nacional, urge recuperar la grandeza del pasado en producción ganadera, los productores exigen entrar a la escena de la producción nacional e internacional, Zacatecas está en mejores condiciones para insistir en sus enormes potencialidades, es necesaria la amalgama de los esfuerzos de tecnificación del gobierno con la vocación y pasión de nuestros productores agrícolas y ganaderos. En el caso de la Secretaría del Agua y Medio Ambiente, urgen más responsabilidad y compromiso en la consolidación del proyecto Milpillas, desde el escritorio no van a convencer a los ejidatarios de Jiménez del Teúl, si Claudia Sheinbaum Pardo ya ofreció los recursos para lograr la realidad del desafío hídrico, este compromiso requiere y exige de renovados esfuerzos direccionales, más audacia e inteligencia en la gestión, readecuar la SAMA a esa prioridad, es vital y un gran compromiso del gobierno tiene que cumplir en beneficio de los zacatecanos desde Sombrerete hasta Guadalupe.

En suma, los tres años que vienen tienen que destacar por resultados, la medianía e improvisaciones nunca alcanzarán esos niveles que se registren en la memoria de los zacatecanos, los angustiantes dilemas de la inseguridad, el atraso económico, el retroceso turístico, el urgente abastecimiento del agua potable, la integración del sistema de vialidad, las apremiantes necesidades en salud, las enormes expectativas culturales, requieren redoblar esfuerzos, todo esto acumulado son retos y desafíos que con equilibrios en la balanza del poder. Urgen los cambios y David Monreal Ávila lo sabe.


Nos leemos la próxima semana.