Mañana día internacional de la mujer del 2024 tiene especial relevancia pues como nunca se presentaba en México, la mujer alcanza mayor presencia social, política, económica y humana, logra un paulatino empoderamiento y es irreversible.
La mujer, como género, posee muy alto valor como ser humano pues tiene múltiples ventajas biológicas, psicológicas, intelectuales, humanistas e incluso físicas respeto al género masculino, pero históricamente una sociedad predominante conservadora y machista no le procura el importante lugar que merece. De ahí que muchos hombres coincidamos con la lucha feminista por una verdadera equidad de género, lucha que desde siglos y en todo el planeta libran las mujeres. Múltiples reseñas históricas del feminismo dan cuenta de las dificultades e incomprensión al ejercicio pleno de derechos de la mujer, entre ellos protección, educación, salud, empleo, ingreso económico, es decir plena calidad de vida.
En nuestro país poco a poco está erradicándose que el hombre sea quien decida sobre temas o particularidades propias de la mujer sin consultarle, ello se dificulta eliminar porque existen mujeres radicales de ideas conservadoras que están en contra de la equidad de género. Tanto hombres como mujeres de mentalidad tradicionalista ancladas a décadas atrás son quienes imponen dificultades para una evolución integral femenina.
Hombres y mujeres debemos analizar, respetar y propiciar un cambio favorable en la equidad de género, como comprender la lucha feminista en todas sus manifestaciones que van desde la radical como se observa en marchas femeninas, o la que mujeres de gran intelecto realizan mediante aportación ideológica, también muy importante cuando la madre de familia humilde que vende en la calle y ahí enseña a leer y escribir a su hija pues predica con el ejemplo y dedicación. En todas las vertientes de lucha feminista está el grito de ya basta y es respuesta natural al yugo femenino que ya no deseamos generaciones actuales.
Resulta menester precisar que millones de hombres mexicanos simpatizamos y reivindicamos al género femenino por considerarle fundamental en vida de pareja, hogar, trabajo, sociedad, tanto en el tiempo como espacio, por ende, creemos correcta y justa su exigencia de realmente tener mismos derechos, de no ser objeto de exclusión, discriminación ni violencia.
Hombres y mujeres por igual eduquemos para una nueva cultura de convivencia humana basada en la equidad de género. Consolidemos el ideal histórico de mujeres en su lucha femenina y tener la posición que merecen.