2 de junio, fecha del proceso electoral más importante en la historia en México, se han contado los votos y en muchos casos recontado, dando resultados sorprendentes para algunos y no agradables para otros, y como resultado continuo la declaratoria de ganadores y entrega de constancias de mayoría, de acuerdo con los resultados oficiales ya cotejados y emitidos por la autoridad electoral.
Ganar o perder, era una opción para todas y todos los candidatos, la oportunidad era igual en todos los casos. Muchos eran los factores para asegurar un triunfo y uno de ellos era una buena elección del candidato o candidata que representaría a cada opción política y por supuesto contar con una excelente estrategia, de acuerdo con la mercadotecnia electoral.
En la contienda presidencial se presentaron tres opciones como todos sabemos, una, la que representaba la continuidad de un proyecto de transformación (MORENA y aliados), otra la de la oposición en coalición (PRI, PAN y PRD), y la tercera la del Partido Movimiento Ciudadano que empieza a posicionarse como otra opción a competir, los tres actuaron de acuerdo a los tiempos electorales y las reglas de la contienda a los largo de tres meses de campaña con los resultados que ya conocemos dando como triunfadora a la Doctora Claudia Sheinbaum.
Es oportuno analizar el desempeño de la oposición en este proceso electoral 2024, quedando claro que ésta sigue sin representar un papel importante en la competencia política electoral, y específicamente en la contienda presidencial, desde mi punto de vista personal y ciudadano, la oposición nunca se ha instituido como un bloque opositor real, las coaliciones jamás se han integrado de manera adecuada y la simulación en estos grupos es catastróficamente alta, el ego y la soberbia no les permite avanzar hacia un mismo objetivo, quedando demostrado que donde hay división existe la posibilidad de un fracaso.
Culpar al electorado y criticar su decisión al elegir a sus representantes populares es un grave error, las culpas están en otro lado y quienes no las aceptan seguirán en un marasmo imposible de romper.
Es claro que esta elección fue atípica de acuerdo con los resultados, votaron los que nunca lo habían hecho, lo que originó una votación masiva, decidieron por la opción que más les convenció de acuerdo con los proyectos presentados por cada candidata y candidato y actividades realizadas en campo en los tres meses de campaña, así como los resultados en su función y gestión pública en los puestos que les antecede a cada candidata y candidato y que reforzaron su aspiración presidencial.
Una explicación sencilla para entender esta elección, sería la siguiente: MORENA sigue siendo la mejor opción para los mexicanos no solo en los más desprotegidos, también una parte de la clase media decidió por esa opción, es claro que ya no es una cuestión de niveles educativos e intelectuales; por otro lado la oposición en México no logra convencer al electorado de su arrepentimiento y su buena voluntad de ser mejores si se les da la oportunidad de gobernar, ya que sus propuestas en sus candidaturas siguen siendo mismas caras y personajes muy vistos y reconocidos por la ciudadanía por su mal comportamiento, la oposición hoy como nunca dejo fuera los cuadros de jóvenes y nuevas figuras que pudieron representar una buena opción de competitividad en esta elección, además de que su propia historia los condena y no hacen nada para remediarlo, presentarse como redentores y críticos no les ha funcionado resultando una práctica desgastada electoralmente y nada atractiva para el ciudadano. Es tiempo de una nueva cultura política la cual no se ve llegar.
Ante el triunfo de Claudia Sheinbaum Pardo como Presidenta de México, todos debemos desear que se profese un buen gobierno, desearle el fracaso es desear que a México le valla mal, el ejercer un buen un buen gobierno el próximo sexenio será en beneficio de nosotros y de nuestras familias.
Nuestra realidad es que la mayoría de los mexicanos se sienten conformes y cómodos con el gobierno morenista, salvo algunas excepciones, los grandes temas que aún están pendientes, como la inseguridad, el gobierno de Claudia Sheinbaum tendrán que buscar la mejor estrategia para disminuir ese flagelo que afecta a todo nuestro territorio mexicano, muchos temas están en la agenda de la presidenta electa, que deberá atender de manera inmediata en su gobierno, a los mexicanos solo nos queda confiar y desear que sea una buena administración para bien de toda la población mexicana.
Para reflexionar.