Este viernes 8 de marzo conmemoramos el día internacional de la lucha de las mujeres.
No es un asunto menor. Por el contrario. Considerando lo que ha constado en la historia que la mujer tuviera voz, pudiera tener participación, decisión e igualdad de derechos políticos, sociales y económicos, así como de oportunidades; es un hecho que, aunque pudo parecer imposible, la resistencia de la mujer se lo ha ganado.
En los últimos años, el mes de marzo ha cobrado gran peso en nuestro país y el mundo, por recordar a todas las mujeres de las diversas épocas y países, que perdieron incluso la vida, por trazar un camino de lucha, con el único propósito de obtener igualdad, reconocimiento y el ejercicio efectivo de sus derechos.
Sin embargo, considero también que esta fecha debe ser para todos, un recordatorio de la importancia que tiene contar con representación, visión y liderazgo femenino en nuestra sociedad y nuestras leyes.
Incluso, reflexionar de qué manera afecta la falta de nuestra actividad, en la vida cotidiana.
De acuerdo con un informe presentado por El Economista, en el ámbito laboral; un día sin mujeres en nuestro país, podría representar la paralización del 40 por ciento de la fuerza laboral mexicana.
En términos económicos, nuestra ausencia impactaría con la pérdida promedio de 25 mil 744 millones de pesos; esto, sin considerar el trabajo no remunerado, como vienen siendo las tareas del hogar, que incrementa la cifra a los 37 mil millones de pesos.
Las afectaciones económicas ascienden a montos altos, no sólo porque somos casi la mitad de la fuerza laboral, sino porque nos ocupamos en los sectores económicos más importantes; como el comercio, los servicios y la manufactura.
A pesar de ello, según estadísticas mundiales, las mujeres seguimos ganando 63 por ciento menos que los hombres; aunque dedicamos el triple de horas a trabajos no remunerados. Injusto, ¿no?
La mujer no solo debe liderar con actos que ponen en desigualdad como la brecha salarial; se suman otros hechos como es la discriminación y violencias.
Más del 70 por ciento de las mujeres han experimentado un incidente de violencia, de tipo psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminatoria; al menos en un ámbito a lo largo de su vida, ejercida por un hombre agresor, de acuerdo con datos del INEGI.
En este sentido, el llamado de esta conmemoración es NO DESISTIR. Porque cada una de las diversas acciones emprendidas, sin duda, han tenido eco en la historia para avanzar.
Tener actualmente tantas mujeres involucradas en puestos de representación y toma de decisiones, a nivel nacional, estatal y municipal; mujeres empresarias, en el ámbito académico, de la investigación; abriéndose espacio en cualquier sector, como el comercio y campo; son la prueba que podemos lograr lo que nos proponemos.
Este año es muestra de esa lucha, porque después de 200 años en la historia de México, desde el nombramiento del primer presidente, Guadalupe Victoria; será una realidad, ver por primera vez en la silla presidencial a una mujer, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo.
Porque como sociedad, no solo llega ella, llegamos todas. Ganamos todas. Es tiempo de mujeres.