/ domingo 25 de agosto de 2024

El futuro de Zacatecas: transparencia y responsabilidad en el cambio de administraciones

La próxima semana, Zacatecas se encuentra ante un momento crucial: el inicio de los procesos de entrega-recepción en los 58 municipios de nuestro estado. Este es un paso vital para asegurar que los cambios en las administraciones se realicen de manera ordenada, transparente y, sobre todo, con un compromiso genuino hacia la ciudadanía.

Este proceso, que culminará el 14 de septiembre con la entrega de poder en las administraciones municipales, será coordinado por la Auditoría Superior del Estado, que tendrá un representante en cada comisión. Cada ayuntamiento saliente se prepara para entregar las riendas a las autoridades electas, quienes tendrán la responsabilidad de continuar y mejorar el trabajo realizado, poniendo siempre como prioridad el bienestar de sus comunidades. En este sentido, quiero subrayar la importancia de que este proceso se lleve a cabo con rigor y atención en todos los municipios, pero con especial enfoque en aquellos donde las circunstancias legales añaden una capa de complejidad, como es el caso de la capital.

Particularmente, hago un llamado a la Auditoría Superior y al Congreso del Estado para que no solo vigilen, sino que supervisen con especial cuidado los procesos de entrega-recepción en Zacatecas y Guadalupe. En la capital, aunque la elección aún no ha sido resuelta jurídicamente, esto no debe ser un pretexto para retrasar o descuidar el proceso de entrega. El ayuntamiento saliente tiene la obligación de proceder de manera ordenada, respetando los principios de transparencia y legalidad que los ciudadanos merecen. En este contexto, es vital que la rendición de cuentas y la administración de los recursos públicos se realicen con el mayor rigor, garantizando así la confianza de la ciudadanía en sus instituciones.

En el municipio de Guadalupe, la situación es igualmente delicada. El actual presidente municipal ha sido reelecto, lo que significa que, aunque las comisiones de entrega y recepción están compuestas por diferentes personas, ambas son presididas por la misma figura. Esto genera una necesidad urgente de vigilancia por parte de la comisión de vigilancia del Congreso del Estado. Los señalamientos sobre el mal uso de recursos públicos en esta administración no pueden ser ignorados; los ciudadanos merecen claridad y responsabilidad en la administración de sus impuestos y en la gestión de los recursos municipales.

Este proceso de entrega-recepción, que concluirá con la toma de protesta de los nuevos ayuntamientos el 15 de septiembre, no es solo un trámite burocrático; es una oportunidad para demostrar que en Zacatecas la política puede ser diferente, que los principios de honestidad y responsabilidad no son solo palabras vacías, sino valores que guían nuestras acciones. Como presidenta estatal del PAN, reitero mi compromiso con la transparencia y la legalidad en todos los niveles de gobierno, y hago un llamado a todos los actores involucrados para que trabajen con el mismo compromiso.

La próxima semana, Zacatecas se encuentra ante un momento crucial: el inicio de los procesos de entrega-recepción en los 58 municipios de nuestro estado. Este es un paso vital para asegurar que los cambios en las administraciones se realicen de manera ordenada, transparente y, sobre todo, con un compromiso genuino hacia la ciudadanía.

Este proceso, que culminará el 14 de septiembre con la entrega de poder en las administraciones municipales, será coordinado por la Auditoría Superior del Estado, que tendrá un representante en cada comisión. Cada ayuntamiento saliente se prepara para entregar las riendas a las autoridades electas, quienes tendrán la responsabilidad de continuar y mejorar el trabajo realizado, poniendo siempre como prioridad el bienestar de sus comunidades. En este sentido, quiero subrayar la importancia de que este proceso se lleve a cabo con rigor y atención en todos los municipios, pero con especial enfoque en aquellos donde las circunstancias legales añaden una capa de complejidad, como es el caso de la capital.

Particularmente, hago un llamado a la Auditoría Superior y al Congreso del Estado para que no solo vigilen, sino que supervisen con especial cuidado los procesos de entrega-recepción en Zacatecas y Guadalupe. En la capital, aunque la elección aún no ha sido resuelta jurídicamente, esto no debe ser un pretexto para retrasar o descuidar el proceso de entrega. El ayuntamiento saliente tiene la obligación de proceder de manera ordenada, respetando los principios de transparencia y legalidad que los ciudadanos merecen. En este contexto, es vital que la rendición de cuentas y la administración de los recursos públicos se realicen con el mayor rigor, garantizando así la confianza de la ciudadanía en sus instituciones.

En el municipio de Guadalupe, la situación es igualmente delicada. El actual presidente municipal ha sido reelecto, lo que significa que, aunque las comisiones de entrega y recepción están compuestas por diferentes personas, ambas son presididas por la misma figura. Esto genera una necesidad urgente de vigilancia por parte de la comisión de vigilancia del Congreso del Estado. Los señalamientos sobre el mal uso de recursos públicos en esta administración no pueden ser ignorados; los ciudadanos merecen claridad y responsabilidad en la administración de sus impuestos y en la gestión de los recursos municipales.

Este proceso de entrega-recepción, que concluirá con la toma de protesta de los nuevos ayuntamientos el 15 de septiembre, no es solo un trámite burocrático; es una oportunidad para demostrar que en Zacatecas la política puede ser diferente, que los principios de honestidad y responsabilidad no son solo palabras vacías, sino valores que guían nuestras acciones. Como presidenta estatal del PAN, reitero mi compromiso con la transparencia y la legalidad en todos los niveles de gobierno, y hago un llamado a todos los actores involucrados para que trabajen con el mismo compromiso.