/ domingo 3 de marzo de 2024

Del miedo a la esperanza

En los primeros minutos del 1 de marzo, mientras la noche cubría la ciudad de Fresnillo, Zacatecas, algo extraordinario sucedía. La candidata presidencial de la alianza Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, junto a una sociedad fresnillense unida y decidida, daba inicio a su campaña con una marcha nocturna por la paz. Este acto, simbolizó un grito de esperanza en medio de la oscuridad que ha envuelto a esta ciudad, marcada por la inseguridad y el miedo. La masiva participación de los ciudadanos, aun en la madrugada, reflejó no solo su hartazgo sino, sobre todo, su deseo de transformar el miedo en esperanza.

Fresnillo, catalogada como la ciudad con mayor percepción de inseguridad en nuestro país, fue el escenario elegido por Xóchitl para comenzar su jornada hacia la presidencia. Este gesto no fue casualidad. Representa una declaración de intenciones, un mensaje claro de que su lucha estará centrada en recuperar la paz y la seguridad de nuestras comunidades. ¿Por qué Fresnillo? Porque enfrentar el problema de la inseguridad desde sus más álgidos puntos de crisis es enviar un mensaje poderoso: no hay reto demasiado grande que no podamos superar.

La marcha, evidencia de una sociedad ansiosa de cambio, fue el preámbulo a un encuentro donde la voz de las madres buscadoras resonó con fuerza. Estas mujeres, pilares de búsqueda y justicia, compartieron su dolor y su esperanza con una Xóchitl atenta, que no solo escuchó, sino que se comprometió. Su discurso no fue uno de promesas vacías, sino de compromisos firmes hacia la construcción de un México en paz.

¿Qué significa este arranque de campaña para nosotros, los ciudadanos? Es un llamado a la esperanza, una invitación a creer que es posible revertir la situación de violencia que asfixia a tantas de nuestras ciudades.

Como presidenta estatal del PAN, y más aún, como mujer, veo en Xóchitl no solo a una candidata, sino a un símbolo de la resiliencia y la fortaleza femenina. Su decisión de iniciar la campaña en Fresnillo habla de su valentía y su compromiso con las causas más urgentes de nuestra sociedad. Nos muestra que el camino hacia la paz y la seguridad inicia con el valor de enfrentar los problemas de frente, con el corazón y la fuerza como estandartes.

En este momento de incertidumbre, donde el miedo parece ser el denominador común, la campaña de Xóchitl Gálvez emerge como un faro de esperanza. Nos recuerda que, aunque la noche sea oscura, la luz de la esperanza brilla con fuerza en el corazón de quienes sueñan con un México mejor.

Este es el momento de unirnos y trabajar juntos por el país que merecemos. Del miedo a la esperanza, del desasosiego a la paz, de la división a la unidad; ese es el camino que propone Xóchitl Gálvez. Y es un camino que vale la pena recorrer, juntos.