En menos de 72 horas, el próximo martes México ya estará en la intensidad del arranque de la nueva época marcada por la conducción de la Nación por la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, el inicio de la construcción del segundo piso de la cuarta transformación de Andrés Manuel López Obrador, quien a partir de ese momento ya será el pasado, ciertamente filtrado y profundamente enlazado a la nueva realidad que tiene que ser de ascenso del país y de la soberanía nacional, que fuerzas políticas exteriores pretenden erosionar a través de invención y promoción de crisis polarizantes y de confrontación entre los mexicanos.
Frente al inminente nuevo escenario, Zacatecas tiene que optimizar capacidades en sus estructuras gubernamentales, políticas e ideológicas, para no perder más tiempo y de inmediato insertarse e integrarse al proyecto transformador, a fin de evitar caer en declive y alejar soluciones a la inseguridad, el atraso económico, el estancamiento turístico y los rezagos productivos en el campo.
En los tiempos recientes los zacatecanos han atestiguado la presencia de conflictos que amenazan con la contención del desarrollo y crecimiento, la fracturación política desde los municipios que han protagonizado transiciones con relevo de fuerzas, como los casos de Fresnillo y Zacatecas Capital, en Jerez, Sombrerete y Pinos, con autoridades que ya ejercen la observación crítica de sus condiciones financieras que han recibido y exigen vuelta a la normalidad con veracidad, racionalidad y transparencia, situación que puede ser el principios de una movilización municipalista que deberá ser atendida y tratada con respetuoso equilibrio, con la más honesta interlocución y la mayor sensibilidad política que impidan entrar en proceso de debilitamiento, de división y de más desgaste de las energías estatales.
El panorama se presenta como reto y formidables desafíos, la transición presidencial del martes tiene que ser el indicador que decida los ingredientes del nuevo quehacer político al mando de una mujer en la vía de una izquierda más identificada con el modelo de bienestar que ya impera en el país. Desde David Monreal Ávila como gobernante, hasta los actores políticos ahora más relevantes, como Ricardo Monreal Ávila, Alfonso Ramírez Cuéllar, Saúl Monreal Ávila, Noemí Berenice Luna Ayala, Claudia Anaya Mota, Geovanna Bañuelos de la Torre, Verónica Díaz Robles, Miguel Alonso Reyes, Carlos Puente Salas, Magdalena Núñez Monreal, Reginaldo Sandoval, y los liderazgos locales como Miguel Varela Pinedo, Javier Torres Rodriguez, José Saldivar Alcalde, los diputados Jesús Padilla Estrada y Santos Antonio González, Alfredo Femat, Bañuelos, Renata Ávila, Eleuterio Ramos Leal, todos, incluídos los Magistrados que lidera Carlos Villegas, tienen que utilizar su pluralidad como fuerza para evitar crisis y empujar al desarrollo.
Todas las fuerzas en conjunto y unificadas aún con sus diferencias, deben convertirse en motor impulsor de las estrategias y programas de crecimiento y contribuir más responsablemente con el gobernador David Monreal Ávila para hacer un solo frente de poder en las gestiones ante el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, de manera que ya Zacatecas reciba un tratamiento digno, razonable y suficiente en materia presupuestaria, porque la distribución de recursos a los estados será una de las primeras acciones del segundo piso en proceso.
En menos de 72 horas, el próximo martes México ya estará en la intensidad del arranque de la nueva época marcada por la conducción de la Nación por la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, el inicio de la construcción del segundo piso de la cuarta transformación de Andrés Manuel López Obrador, quien a partir de ese momento ya será el pasado, ciertamente filtrado y profundamente enlazado a la nueva realidad que tiene que ser de ascenso del país y de la soberanía nacional, que fuerzas políticas exteriores pretenden erosionar a través de invención y promoción de crisis polarizantes y de confrontación entre los mexicanos.
Frente al inminente nuevo escenario, Zacatecas tiene que optimizar capacidades en sus estructuras gubernamentales, políticas e ideológicas, para no perder más tiempo y de inmediato insertarse e integrarse al proyecto transformador, a fin de evitar caer en declive y alejar soluciones a la inseguridad, el atraso económico, el estancamiento turístico y los rezagos productivos en el campo.
En los tiempos recientes los zacatecanos han atestiguado la presencia de conflictos que amenazan con la contención del desarrollo y crecimiento, la fracturación política desde los municipios que han protagonizado transiciones con relevo de fuerzas, como los casos de Fresnillo y Zacatecas Capital, en Jerez, Sombrerete y Pinos, con autoridades que ya ejercen la observación crítica de sus condiciones financieras que han recibido y exigen vuelta a la normalidad con veracidad, racionalidad y transparencia, situación que puede ser el principios de una movilización municipalista que deberá ser atendida y tratada con respetuoso equilibrio, con la más honesta interlocución y la mayor sensibilidad política que impidan entrar en proceso de debilitamiento, de división y de más desgaste de las energías estatales.
El panorama se presenta como reto y formidables desafíos, la transición presidencial del martes tiene que ser el indicador que decida los ingredientes del nuevo quehacer político al mando de una mujer en la vía de una izquierda más identificada con el modelo de bienestar que ya impera en el país. Desde David Monreal Ávila como gobernante, hasta los actores políticos ahora más relevantes, como Ricardo Monreal Ávila, Alfonso Ramírez Cuéllar, Saúl Monreal Ávila, Noemí Berenice Luna Ayala, Claudia Anaya Mota, Geovanna Bañuelos de la Torre, Verónica Díaz Robles, Miguel Alonso Reyes, Carlos Puente Salas, Magdalena Núñez Monreal, Reginaldo Sandoval, y los liderazgos locales como Miguel Varela Pinedo, Javier Torres Rodriguez, José Saldivar Alcalde, los diputados Jesús Padilla Estrada y Santos Antonio González, Alfredo Femat, Bañuelos, Renata Ávila, Eleuterio Ramos Leal, todos, incluídos los Magistrados que lidera Carlos Villegas, tienen que utilizar su pluralidad como fuerza para evitar crisis y empujar al desarrollo.
Todas las fuerzas en conjunto y unificadas aún con sus diferencias, deben convertirse en motor impulsor de las estrategias y programas de crecimiento y contribuir más responsablemente con el gobernador David Monreal Ávila para hacer un solo frente de poder en las gestiones ante el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, de manera que ya Zacatecas reciba un tratamiento digno, razonable y suficiente en materia presupuestaria, porque la distribución de recursos a los estados será una de las primeras acciones del segundo piso en proceso.
