En la segunda mitad del sexenio monrealista, entre las instituciones gubernamentales estatales y municipales, deben estar abiertos los espacios a la comunicación política y al diálogo concertador, hay canales y puentes tendidos para que la interlocución opere extendida en la búsqueda de la conciliación, la reconciliación, los consensos y acuerdos, las relaciones honestas, francas, transparentes y de plena voluntad política, sin simulaciones o hipocresías, sin falsedades ni mentiras, sin descalificaciones ni autoritarismos, sino con plena vocación y convicción democrática, con intercambio de confianzas y el más corresponsable compromiso de reciprocidad en el cumplimiento, es de plano el óptimo escenario de convivencia en la gobernabilidad política y la estabilidad social, la unidad entre diferentes que los zacatecanos urge para ya acelerar el crecimiento e impulsar el desarrollo con bienestar.
Las voces promotoras del diálogo y la conciliación se derivan desde David Monreal Ávila como gobernante, desde Ricardo Monreal Ávila como ex gobernador y ahora líder de la Cámara de Diputados, quien cotidianamente invoca la reconciliación nacional; la también ex gobernadora y ahora Senadora del Movimiento Ciudadano, Amalia García Medina, ha pedido a la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, reconciliar al país mediante el diálogo e inclusión de todas las expresiones políticas, a fin de construir acuerdos, hasta elaborar un Plan Nacional de Desarrollo con la participación de la comunidad académica; hasta el Obispo Sigifredo Noriega Barceló opina que Claudia Sheinbaum debe mejorar la estrategia de seguridad, porque la gente aún vive en la zozobra. Un colectivo de voces zacatecanas que desde las alturas de su poder coinciden en asumir que el interés superior de Zacatecas los mueve para reencontrar la paz, certidumbre y progreso.
En este contexto y desde el poder municipalista en Zacatecas, hay una tendencia a evitar la politización de conflictos o diferencias para promover el diálogo y construir acuerdos, como así lo expone el alcalde de la capital del estado, Miguel Ángel Varela Pinedo, al rechazar las amenazas y absurdas advertencias de algunos funcionarios, que lejos de construir el diálogo entre el municipio y el Poder Ejecutivo del Estado, alientan confrontación y descalificaciones que no contribuyen a establecer la normalidad en el intercambio de propuestas y opiniones entre las instituciones de gobierno municipal y estatal, un testimonio de convivencia respetuosa y productiva para la población.
Éstos no son tiempos de ajustes de cuentas políticas, el sistema democrático ha funcionado y por ello se explica que la oposición gobierne en el municipio de la Capital, en Fresnillo y Jerez, el corredor económico más importante del centro estatal junto a Guadalupe y que políticamente, son las cabeceras distritales federales electorales, donde los líderes y alcaldes opositores, Miguel Varela Pinedo, del Partido Acción Nacional; Javier Torres Rodríguez, del PRI; y Rodrigo Ureño Bañuelos, por el Partido de la Revolución Democrática, coinciden en manifestar voluntad para la construcción del diálogo con el gobierno estatal a fin de encarar juntos los grandes desafíos de la violencia, inseguridad y atraso económico que mantienen estancado el desarrollo social y bienestar de la población. Urgen diálogo y conciliación.
En la segunda mitad del sexenio monrealista, entre las instituciones gubernamentales estatales y municipales, deben estar abiertos los espacios a la comunicación política y al diálogo concertador, hay canales y puentes tendidos para que la interlocución opere extendida en la búsqueda de la conciliación, la reconciliación, los consensos y acuerdos, las relaciones honestas, francas, transparentes y de plena voluntad política, sin simulaciones o hipocresías, sin falsedades ni mentiras, sin descalificaciones ni autoritarismos, sino con plena vocación y convicción democrática, con intercambio de confianzas y el más corresponsable compromiso de reciprocidad en el cumplimiento, es de plano el óptimo escenario de convivencia en la gobernabilidad política y la estabilidad social, la unidad entre diferentes que los zacatecanos urge para ya acelerar el crecimiento e impulsar el desarrollo con bienestar.
Las voces promotoras del diálogo y la conciliación se derivan desde David Monreal Ávila como gobernante, desde Ricardo Monreal Ávila como ex gobernador y ahora líder de la Cámara de Diputados, quien cotidianamente invoca la reconciliación nacional; la también ex gobernadora y ahora Senadora del Movimiento Ciudadano, Amalia García Medina, ha pedido a la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, reconciliar al país mediante el diálogo e inclusión de todas las expresiones políticas, a fin de construir acuerdos, hasta elaborar un Plan Nacional de Desarrollo con la participación de la comunidad académica; hasta el Obispo Sigifredo Noriega Barceló opina que Claudia Sheinbaum debe mejorar la estrategia de seguridad, porque la gente aún vive en la zozobra. Un colectivo de voces zacatecanas que desde las alturas de su poder coinciden en asumir que el interés superior de Zacatecas los mueve para reencontrar la paz, certidumbre y progreso.
En este contexto y desde el poder municipalista en Zacatecas, hay una tendencia a evitar la politización de conflictos o diferencias para promover el diálogo y construir acuerdos, como así lo expone el alcalde de la capital del estado, Miguel Ángel Varela Pinedo, al rechazar las amenazas y absurdas advertencias de algunos funcionarios, que lejos de construir el diálogo entre el municipio y el Poder Ejecutivo del Estado, alientan confrontación y descalificaciones que no contribuyen a establecer la normalidad en el intercambio de propuestas y opiniones entre las instituciones de gobierno municipal y estatal, un testimonio de convivencia respetuosa y productiva para la población.
Éstos no son tiempos de ajustes de cuentas políticas, el sistema democrático ha funcionado y por ello se explica que la oposición gobierne en el municipio de la Capital, en Fresnillo y Jerez, el corredor económico más importante del centro estatal junto a Guadalupe y que políticamente, son las cabeceras distritales federales electorales, donde los líderes y alcaldes opositores, Miguel Varela Pinedo, del Partido Acción Nacional; Javier Torres Rodríguez, del PRI; y Rodrigo Ureño Bañuelos, por el Partido de la Revolución Democrática, coinciden en manifestar voluntad para la construcción del diálogo con el gobierno estatal a fin de encarar juntos los grandes desafíos de la violencia, inseguridad y atraso económico que mantienen estancado el desarrollo social y bienestar de la población. Urgen diálogo y conciliación.
