Al observar los sorprendentes y desconcertantes escenarios políticos en México con la reforma al Poder Judicial y las elecciones en los Estados Unidos con el triunfo de Donald Trump, se tiene que admitir que la democracia sufre sacudimientos que tienden a extremar polos de poder y a promover cambios radicales que dejan muy atrás el verdadero y auténtico mandato popular, para advertir la veracidad y realidad del encumbramiento de liderazgos controvertidos, polémicos e imponentes, aunque decididos a aplastarlo todo en nombre del pueblo.
Una arrolladora movilización denominada cuarta transformación ya se ha convertido en una hegemonía más aguda, más prepotente que la ya superada del priismo hace dos décadas. En Zacatecas y a partir de la histórica alternancia del 98 con la gubernatura de Ricardo Monreal Ávila como líder del Partido de la Revolución Democrática, fuerza que solo tardó dos sexenios, porque Amalia García Medina dio paso a la segunda alternancia para la vuelta del PRI con Miguel Alonso Reyes, que brincó a la gubernatura desde la diputación local, un poder que en cinco años se desvaneció por la mediocridad gubernamental de Alejandro Tello Cristerna y provocar la tercera alternancia con David Monreal Ávila e iniciar los tiempos de Morena, ya en formación con figuras políticas que Claudia Sheinbaum Pardo impulsará.
Si como afirman, éste es el tiempo de las mujeres que ya luchan por llegar al Palacio de Gobierno, el tiempo de los hombres no acaba todavía y por los horizontes del estado ya se perfilan notables aspirantes: Saúl Monreal Ávila desde el Senado de la República está en la misma ruta de sus hermanos Ricardo y David, aunque con una solidez caracterizada por su propio esfuerzo, sin la fuerza dinástica, pero con dominio estructural en los municipios; la irrupción del diputado federal Alfonso Ramírez Cuéllar como el vicecoordinador de la bancada morenista y en posición de reparto presupuestal por ser presidente y secretario de las comisiones de Hacienda y Presupuesto, ya se promueve por sus adelantados cuadros como Javier Calzada Vázquez, Raymundo Cárdenas Hernández, Luis Medina Lizalde, los primos Gerardo y Juan José Quirino, Nicolás Castañeda, Manuel Ortega e Hiram Galván, Arturo Ortíz Méndez, Samuel Herrera y José Luis Figueroa.
Ulises Mejía Haro, el diputado federal que surgió tras la invitación que la hoy Presidenta de la República hizo al candidato del PT, Alfredo Femat Bañuelos, ya muy avanzado hacia la victoria para que le cediera la oportunidad legislativa, ya recorre los municipios; y el activismo de interlocución y operación defensiva de la Nueva Gobernanza que a diario exalta Rodrigo Reyes Mugüerza, cuenta con valor hacia ese futuro.
En la oposición, todavía enlazados el PAN, PRI y lo que queda del PRD, con mucha firmeza han estado a la defensa del Poder Judicial, de la Constitución y de la vida democrática, pero ya se abren las alas para impulsar la invariable y vigorosa fuerza municipalista del alcalde de la Capital, Miguel Varela Pinedo, sin omitir la por ahora discreta y serena presencia del priista, Adolfo Bonilla Gómez; y no hay que olvidar que el ex candidato presidencial Jorge Álvarez Máynez, ya adelantó su aspiración por gobernar Zacatecas, un joven político, inteligente, audaz y atrevido que bien puede aprovechar el capital político acumulado en su batalla por la Presidencia de la República. Tiempos de hombres.
/ jueves 7 de noviembre de 2024