/ viernes 5 de julio de 2024

Crónica del poder / Revuelta en el PRI contra la reelección de su presidente

Al tiempo que la Presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, los miembros de su gabinete como Rosa Icela Rodríguez, de Gobernación; Omar García Harfuch, de Seguridad; Ariadna Montiel, de Bienestar; hasta Mario Delgado, de Educación y los partidos en el poder, Morena, del Trabajo y Verde Ecologista, gozan de las mieles del poder y no cesan su efusividad y triunfalismo, más allá de la crisis de partidos que se profundiza, la oposición en general entra en una degradante descomposición, que más se ilustra con la vulgarización de la lucha interna en el Partido Revolucionario Institucional, provocada por la terca aferración de Alejandro Moreno Cárdenas por la reelección en la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional.

Al seno del PRI nacional y estatal se impugnan mutuamente, se extienden reclamos, diferencias y crece la confrontación y se ha reanimado la exigencia a "Alito" para que renuncie a la dirigencia nacional del PRI y que posponga la celebración de la Asamblea Nacional convocada para mañana con el avieso propósito reeleccionista; tal parece que los priistas, cuando menos la élite política nacional y los grupos dirigentes estatales, no han entendido la lección de la derrota electoral de 2 de junio, como tampoco pudieron demostrar potencialidades competitivas, ni aliados con el PAN y PRD, que también se hunden por divisiones internas, hasta por la amenazante extinción del partido de izquierda.

Notables priistas, entre ellos ex presidentes del partido, ex gobernadores, ex legisladores, como Francisco Lbastida, ex candidato presidencial; Manlio Fabio Beltrones, ex líder senatorial; Beatriz Paredes y Dulce María Sauri Riancho, ex gobernadoras; Natividad González y Pedro Joaquín Coldwell, ex gobernadores de Nuevo León y Quintana Roo; el ex Secretario de Turismo, Enrique de la Madrid y el líder parlamentario Fernando Lerdo de Tejada, son solo algunos nombres que encabezan sendo pronunciamiento dirigido al priismo nacional y que es firmado por 276 prestigiosos militantes y dirigentes de todo el país, coincidentes en exhortar a los consejeros políticos nacionales, a reflexionar y no avalar la reelección absurda de Alejandro "Alito" Moreno, que ha perdido todas las gubernaturas y creado muy mala imagen.

En su manifiesto acusan a Alejandro Moreno, de haber cooptado a las dirigencias estatales, empecinado en el avieso propósito reeleccionista que ya provocó amplia movilización nacional y un repudio mayoritario. En ese escenario de convencimiento a favor de la reelección, están Carlos Peña Badillo, quien ya aleccionó a los delegados zacatecanos, mientras el auténtico líder de éstos, Miguel Alonso Reyes, el Secretario de Operación Política del comité nacional, se mantiene a la expectativa, prudente y sereno, sabe que a río revuelto se abren opciones direccionales más elevadas y de más responsabilidad al seno del PRI. Está en condiciones de ganar o ganar.

El rigor crítico prevalece y domina entre los priistas que reclaman un cambio radical en el partido, hasta de nombre, porque los escenarios de corrupción y derrotas lo han marcado ante la sociedad, lo han estigmatizado ante los ciudadanos y militantes; los priistas están ante una nueva realidad, la hegemonía perdida encontró dueño en Morena, ahora dirigido por viejos priistas decididos y más comprometidos en las estrategias de la cuarta transformación, que antes de que asuman el poder, habrán aniquilado al Poder Judicial.

Al tiempo que la Presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, los miembros de su gabinete como Rosa Icela Rodríguez, de Gobernación; Omar García Harfuch, de Seguridad; Ariadna Montiel, de Bienestar; hasta Mario Delgado, de Educación y los partidos en el poder, Morena, del Trabajo y Verde Ecologista, gozan de las mieles del poder y no cesan su efusividad y triunfalismo, más allá de la crisis de partidos que se profundiza, la oposición en general entra en una degradante descomposición, que más se ilustra con la vulgarización de la lucha interna en el Partido Revolucionario Institucional, provocada por la terca aferración de Alejandro Moreno Cárdenas por la reelección en la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional.

Al seno del PRI nacional y estatal se impugnan mutuamente, se extienden reclamos, diferencias y crece la confrontación y se ha reanimado la exigencia a "Alito" para que renuncie a la dirigencia nacional del PRI y que posponga la celebración de la Asamblea Nacional convocada para mañana con el avieso propósito reeleccionista; tal parece que los priistas, cuando menos la élite política nacional y los grupos dirigentes estatales, no han entendido la lección de la derrota electoral de 2 de junio, como tampoco pudieron demostrar potencialidades competitivas, ni aliados con el PAN y PRD, que también se hunden por divisiones internas, hasta por la amenazante extinción del partido de izquierda.

Notables priistas, entre ellos ex presidentes del partido, ex gobernadores, ex legisladores, como Francisco Lbastida, ex candidato presidencial; Manlio Fabio Beltrones, ex líder senatorial; Beatriz Paredes y Dulce María Sauri Riancho, ex gobernadoras; Natividad González y Pedro Joaquín Coldwell, ex gobernadores de Nuevo León y Quintana Roo; el ex Secretario de Turismo, Enrique de la Madrid y el líder parlamentario Fernando Lerdo de Tejada, son solo algunos nombres que encabezan sendo pronunciamiento dirigido al priismo nacional y que es firmado por 276 prestigiosos militantes y dirigentes de todo el país, coincidentes en exhortar a los consejeros políticos nacionales, a reflexionar y no avalar la reelección absurda de Alejandro "Alito" Moreno, que ha perdido todas las gubernaturas y creado muy mala imagen.

En su manifiesto acusan a Alejandro Moreno, de haber cooptado a las dirigencias estatales, empecinado en el avieso propósito reeleccionista que ya provocó amplia movilización nacional y un repudio mayoritario. En ese escenario de convencimiento a favor de la reelección, están Carlos Peña Badillo, quien ya aleccionó a los delegados zacatecanos, mientras el auténtico líder de éstos, Miguel Alonso Reyes, el Secretario de Operación Política del comité nacional, se mantiene a la expectativa, prudente y sereno, sabe que a río revuelto se abren opciones direccionales más elevadas y de más responsabilidad al seno del PRI. Está en condiciones de ganar o ganar.

El rigor crítico prevalece y domina entre los priistas que reclaman un cambio radical en el partido, hasta de nombre, porque los escenarios de corrupción y derrotas lo han marcado ante la sociedad, lo han estigmatizado ante los ciudadanos y militantes; los priistas están ante una nueva realidad, la hegemonía perdida encontró dueño en Morena, ahora dirigido por viejos priistas decididos y más comprometidos en las estrategias de la cuarta transformación, que antes de que asuman el poder, habrán aniquilado al Poder Judicial.