Otra vez la misma canción, sea interpretada o desentonada por priistas, panistas y ahora morenistas, ya no es amor con amor se paga, es decepción e indignación, porque anunciado el Presupuesto 2025, otra vez quedan a deber a Zacatecas, migajas nada más, cifras que provocan incertidumbre, fragilidad y riesgos políticos y financieros que en estos momentos críticos del país y del estado, no solamente son inoportunos, sino más exposición a sacrificios a los que menos tienen, a los abatidos municipios y a la entidad que intenta un vigoroso relanzamiento hacia la recuperación de la estabilidad social, familiar y comunitaria, con restauración de la paz y tranquilidad.
Desde Palacio Nacional y la Cámara de Diputados, otra vez reducen sus otros datos para castigar a los más jodidos, a estados que como el nuestro no encuentran la puerta de salida hacia mejores condiciones de bienestar; hay que ver otra vez a los diputados y diputadas federales, la contemplación ante las desgracias los caracteriza, ven pasar los desastres y nada hacen, se exhiben impotentes, sin vergüenza y algunos hasta cínicos aceptan que "es justo el presupuesto a Zacatecas" y buscan convencer que no hay recorte, lo que hay es austeridad republicana, así de agachones o empinados, consecuentes con su patrón e incongruentes con sus representados.
Que hay tiempo para pelear mejor presupuesto, pero el abusar del tiempo de Zacatecas ya es costumbre, y a los legisladores zacatecanos el tiempo les sobra para la quejumbre inútil y la gestión estéril y en eso andan merodeando Alfonso Ramírez Cuéllar, Carlos Puente Salas, Julia Olguín Serna, Ulises Mejía Haro; a Ricardo Monreal Ávila no lo calienta ni el sol desde que lo bajaron del helicóptero; Noemí Berenice Luna Ayala, apenas encabeza las protestas, pero sola, nadie o ninguno y ninguna de cualquier partido se atreve a convocar a los demás, a los 19, entre ellos a los senadores Saúl Monreal Ávila, Amalia García Medina, Geovanna Bañuelos de la Torre, Claudia Anaya Mota y Verónica Díaz Robles, que se supone son la más formidable fuerza de la pluralidad capaz de exigir a los gobiernos federal y del estado cumplir a Zacatecas.
Es una verdad de perogrullo pregonar que el presupuesto es justo, cuando es todo lo contrario, injusto e insuficiente, lo que Zacatecas no merece, y los diputados locales, los 30 de la Legislatura Estatal lo saben y no van a consolidar consenso ni acuerdos para salir a la defensa del pueblo zacatecano, ya no de los intereses de grupos políticos en el poder, sino del interés superior de Zacatecas, que otra vez es engañado con miserias que le son asignadas bajo el mismo conformismo y aflicción de liderazgos que nomás no demuestran que lo son.
Voces verdaderamente impulsoras del desarrollo, vinculadas al crecimiento económico estatal, resurgen desde la academia para alertar con veracidad y objetividad sobre los negativos impactos del recorte presupuestario a Zacatecas, más de 4 mil millones de pesos, Miguel Moctezuma Longoria, Ernesto Menchaca Arredondo, Noé Hernández Cortés, Enrique Viramontes Cabrera, entre otros politólogos, analistas, investigadores, académicos universitarios, han asumido la defensa del estado y de la Universidad ante irracional castigo y la escasa pertinencia que otra vez exhiben los representantes populares, gobernantes y legisladores que se supone son defensores del pueblo.
Otra vez la misma canción, sea interpretada o desentonada por priistas, panistas y ahora morenistas, ya no es amor con amor se paga, es decepción e indignación, porque anunciado el Presupuesto 2025, otra vez quedan a deber a Zacatecas, migajas nada más, cifras que provocan incertidumbre, fragilidad y riesgos políticos y financieros que en estos momentos críticos del país y del estado, no solamente son inoportunos, sino más exposición a sacrificios a los que menos tienen, a los abatidos municipios y a la entidad que intenta un vigoroso relanzamiento hacia la recuperación de la estabilidad social, familiar y comunitaria, con restauración de la paz y tranquilidad.
Desde Palacio Nacional y la Cámara de Diputados, otra vez reducen sus otros datos para castigar a los más jodidos, a estados que como el nuestro no encuentran la puerta de salida hacia mejores condiciones de bienestar; hay que ver otra vez a los diputados y diputadas federales, la contemplación ante las desgracias los caracteriza, ven pasar los desastres y nada hacen, se exhiben impotentes, sin vergüenza y algunos hasta cínicos aceptan que "es justo el presupuesto a Zacatecas" y buscan convencer que no hay recorte, lo que hay es austeridad republicana, así de agachones o empinados, consecuentes con su patrón e incongruentes con sus representados.
Que hay tiempo para pelear mejor presupuesto, pero el abusar del tiempo de Zacatecas ya es costumbre, y a los legisladores zacatecanos el tiempo les sobra para la quejumbre inútil y la gestión estéril y en eso andan merodeando Alfonso Ramírez Cuéllar, Carlos Puente Salas, Julia Olguín Serna, Ulises Mejía Haro; a Ricardo Monreal Ávila no lo calienta ni el sol desde que lo bajaron del helicóptero; Noemí Berenice Luna Ayala, apenas encabeza las protestas, pero sola, nadie o ninguno y ninguna de cualquier partido se atreve a convocar a los demás, a los 19, entre ellos a los senadores Saúl Monreal Ávila, Amalia García Medina, Geovanna Bañuelos de la Torre, Claudia Anaya Mota y Verónica Díaz Robles, que se supone son la más formidable fuerza de la pluralidad capaz de exigir a los gobiernos federal y del estado cumplir a Zacatecas.
Es una verdad de perogrullo pregonar que el presupuesto es justo, cuando es todo lo contrario, injusto e insuficiente, lo que Zacatecas no merece, y los diputados locales, los 30 de la Legislatura Estatal lo saben y no van a consolidar consenso ni acuerdos para salir a la defensa del pueblo zacatecano, ya no de los intereses de grupos políticos en el poder, sino del interés superior de Zacatecas, que otra vez es engañado con miserias que le son asignadas bajo el mismo conformismo y aflicción de liderazgos que nomás no demuestran que lo son.
Voces verdaderamente impulsoras del desarrollo, vinculadas al crecimiento económico estatal, resurgen desde la academia para alertar con veracidad y objetividad sobre los negativos impactos del recorte presupuestario a Zacatecas, más de 4 mil millones de pesos, Miguel Moctezuma Longoria, Ernesto Menchaca Arredondo, Noé Hernández Cortés, Enrique Viramontes Cabrera, entre otros politólogos, analistas, investigadores, académicos universitarios, han asumido la defensa del estado y de la Universidad ante irracional castigo y la escasa pertinencia que otra vez exhiben los representantes populares, gobernantes y legisladores que se supone son defensores del pueblo.
