/ miércoles 16 de octubre de 2024

Crónica del poder / Por las venas municipales corren arte  y cultura, ¿Al estancamiento?

Transcurre exitoso, brillante, espectacular e imponente el Festival Internacional de Teatro de Calle, gran asistencia popular, familias enteras, la clase trabajadora, los funcionarios municipales, estatales y federales, los viajeros, niñas y niños, escolares de secundaria y preparatorias, los jóvenes pues, una movilización social que se concentra en la Plaza de Armas, el escenario principal donde la obra holandesa Malaya ha impresionado; pero también la gente acude a la Plaza Goytia, por la avenida Hidalgo, las plazuelas y rinconadas, la alameda, sierra de Álica, las fuentes de Los Faroles, los Conquistadores, Plaza Santo Domingo, San Agustín, San Francisco, integridad cultural y turística en apogeo.

Como el Festival Cultural de Semana Santa y de Pascua, un acontecimiento cultural masivo y esplendoroso, un testimonio real, contundente y más que probado, que hace una verdadera transformación de las comunidades abiertas a la elevación del arte, las manifestaciones culturales que vinculan a las tradiciones y originalidades muy zacatecanas o muy municipalistas y provincianas ya revestidas de modernidad, como Jerez, Fresnillo, Guadalupe, los Pueblos mágicos, a donde también acudió el teatro del momento, cautivador de todas las clases sociales, las artes escénicas que han inundado Zacatecas y dominan el conversatorio popular.

Holanda, los llamados Países Bajos de Europa, Chile, 19 agrupaciones nacionales, como la compañía Cornisa de San Miguel de Allende; y representaciones de Río Grande, Sombrerete, Atolinga, Jerez, Ojocaliente, Guadalupe y Pinos. En el día y la tarde, la maravillosa oportunidad que ofrecen los museos, toda una semana llena del bullicio teatral, de aquí al sábado el gran cierre de otra edición que dejará profunda huella. Y devéras, ver este acontecer cultural muy zacatecano que lleva ya 21 años escénicos, a propios y extraños motiva a preguntarse, ¿por qué Zacatecas no está en la constelación nacional e internacional de un turismo cultural de enorme calidad y atracción popular?

Qué les falta en la Secretaría de Turismo y el Instituto Zacatecano de Cultura para que Zacatecas trascienda por el mundo hasta consolidarse como la Capital Cultural de Latinoamérica. El estado tiene todo y de todo como valores, programación, escenarios, vocación teatral como ésta, pictórica, poética literaria, musical, artesanal, gastronómica, leyendas, hechos históricos, museos extraordinarios, un colectivo de arte y cultura no solo del centro histórico de Zacatecas ni de los pueblos mágicos, sino de municipios y comunidades que poseen valiosas proyecciones, es la gran acumulación de arte y cultura que no pueden ser más un conjunto de aislados eventos ante el mundo.

La cultura y el turismo tienen que ser convertidos en el pivote impulsor de todas las ansias, obsesiones y ambiciones que hagan más pronto la realidad de un desarrollo integral en lo económico, industrial, comercial, minero, agropecuario, que Zacatecas sea la meca y la meta de los constructores de viajes, peregrinajes, caravanas y promotores de imágenes basadas en la realidad histórica y en las transformaciones hacia la modernidad. ¿Están los empresarios, los emprendedores, los inversionistas, comerciantes, hoteleros, restauranteros, guías turísticos, alcaldes, legisladores, gobernantes, estarán todos comprometidos en dar vigoroso impulso a Zacatecas? ¡Cuándo llegará ese cuando!

Transcurre exitoso, brillante, espectacular e imponente el Festival Internacional de Teatro de Calle, gran asistencia popular, familias enteras, la clase trabajadora, los funcionarios municipales, estatales y federales, los viajeros, niñas y niños, escolares de secundaria y preparatorias, los jóvenes pues, una movilización social que se concentra en la Plaza de Armas, el escenario principal donde la obra holandesa Malaya ha impresionado; pero también la gente acude a la Plaza Goytia, por la avenida Hidalgo, las plazuelas y rinconadas, la alameda, sierra de Álica, las fuentes de Los Faroles, los Conquistadores, Plaza Santo Domingo, San Agustín, San Francisco, integridad cultural y turística en apogeo.

Como el Festival Cultural de Semana Santa y de Pascua, un acontecimiento cultural masivo y esplendoroso, un testimonio real, contundente y más que probado, que hace una verdadera transformación de las comunidades abiertas a la elevación del arte, las manifestaciones culturales que vinculan a las tradiciones y originalidades muy zacatecanas o muy municipalistas y provincianas ya revestidas de modernidad, como Jerez, Fresnillo, Guadalupe, los Pueblos mágicos, a donde también acudió el teatro del momento, cautivador de todas las clases sociales, las artes escénicas que han inundado Zacatecas y dominan el conversatorio popular.

Holanda, los llamados Países Bajos de Europa, Chile, 19 agrupaciones nacionales, como la compañía Cornisa de San Miguel de Allende; y representaciones de Río Grande, Sombrerete, Atolinga, Jerez, Ojocaliente, Guadalupe y Pinos. En el día y la tarde, la maravillosa oportunidad que ofrecen los museos, toda una semana llena del bullicio teatral, de aquí al sábado el gran cierre de otra edición que dejará profunda huella. Y devéras, ver este acontecer cultural muy zacatecano que lleva ya 21 años escénicos, a propios y extraños motiva a preguntarse, ¿por qué Zacatecas no está en la constelación nacional e internacional de un turismo cultural de enorme calidad y atracción popular?

Qué les falta en la Secretaría de Turismo y el Instituto Zacatecano de Cultura para que Zacatecas trascienda por el mundo hasta consolidarse como la Capital Cultural de Latinoamérica. El estado tiene todo y de todo como valores, programación, escenarios, vocación teatral como ésta, pictórica, poética literaria, musical, artesanal, gastronómica, leyendas, hechos históricos, museos extraordinarios, un colectivo de arte y cultura no solo del centro histórico de Zacatecas ni de los pueblos mágicos, sino de municipios y comunidades que poseen valiosas proyecciones, es la gran acumulación de arte y cultura que no pueden ser más un conjunto de aislados eventos ante el mundo.

La cultura y el turismo tienen que ser convertidos en el pivote impulsor de todas las ansias, obsesiones y ambiciones que hagan más pronto la realidad de un desarrollo integral en lo económico, industrial, comercial, minero, agropecuario, que Zacatecas sea la meca y la meta de los constructores de viajes, peregrinajes, caravanas y promotores de imágenes basadas en la realidad histórica y en las transformaciones hacia la modernidad. ¿Están los empresarios, los emprendedores, los inversionistas, comerciantes, hoteleros, restauranteros, guías turísticos, alcaldes, legisladores, gobernantes, estarán todos comprometidos en dar vigoroso impulso a Zacatecas? ¡Cuándo llegará ese cuando!