Pasadas las elecciones y ante el endemoniado poder bipresidencial de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo y la ofensiva de Morena y aliados que cada día se exhiben más avasallantes en el empuje a la reforma del Poder Judicial, la oposición se muestra dividida y muy resquebrajada, imposibles de integrar un sólido frente a la defensa de Ministros, Magistrados y Jueces, provocan malestar, disgustos, hasta repudio desde la sociedad y los ciudadanos, porque como voces aisladas e incoherentes se observan envueltos e impregnados del más atroz derrotismo, carentes de competitividad para la batalla en los foros y en inminente debate parlamentario al inicio del nuevo Congreso de la Unión el próximo primero de septiembre.

Los partidos de oposición ya no solo reflejan estar metidos en la más profunda crisis, sino que proyectan un verdadero desastre resultado de la tormenta perfecta que acusan como elección de estado, y la gente ya más informada e interesada en el análisis político, quedó convencida de que PRI, PAN y PRD, una coalición levantada como Fuerza por México, no demostraron alianza efectiva y sí se evidenciaron como organizaciones políticas débiles, vulnerables y desprestigiadas y se lucieron como la más negativa faceta de la candidata presidencial Xóchitl Gálvez Ruíz, de manera que en los hecho y los dichos clarificaron que su exposición con ella reprodujo, más que la suma, la resta de votos.

En el escenario nacional se atisban manipulaciones en el Partido Revolucionario Institucional para asegurar la reelección de Alejandro "Alito" Moreno Cárdenas en la reelección como Presidente del comité nacional; mientras aquí en Zacatecas, el dirigente estatal del PRI, Carlos Peña Badillo, reconoció insuficiencias y complicaciones en su coalición con el PAN y PRD, con desesperación y marcado pesimismo convocó a los priistas a reinventar a su partido y a fomentar la participación ciudadana en la vida democrática, y la mismo tiempo que fustiga a sus adversarios internos, los llama a la reconciliación y fortalecimiento porque en 2027 van a recuperar la gubernatura.

En el PAN no cantan mal las rancheras y mientras allá el dirigente nacional Marko Cortés choca con el ex presidente Felipe Calderón y calientan la disputa por la Presidencia del partido; en el estado, Verónica Alamillo solo espera a saltar de la suplencia a diputación local, y paradójicamente y como la más fina traición al Partido Acción Nacional, José Manuel Viramontes, el tal "Pepe Pasteles", todavía celebra el triunfo en Jerez de su candidato a la presidencia municipal, el perredista Rodrigo Ureño, o sea, maneja al PAN y al PRD, un escenario que bien puede controlar el poderoso liderazgo de Miguel Angel Varela Pinedo. El Partido de la Revolución Democrática, se mantiene como partido local y ante la renuncia de Raymundo Carrillo a la dirigencia estatal, María Guadalupe Hernández continúa al frente.

El Partido Movimiento Ciudadano, gracias al vigoroso impulso que le dio el candidato presidencial, Jorge Álvarez Máynez, de entre los opositores es el más fortalecido, Ana Maria Romo Fonseca y Marco Vinicio Flores son diputados locales electos y muy seguramente ya fortalecen estructura organizacional en todo el estado, porque van decididos a competir hasta conquistar el gobierno estatal y aprovechar las también debilidades que por ahora exhiben Morena y sus aliados del PT y Verde Ecologista. Así andan todos los partidos, destrozados.