Ya nos jodieron otra vez, dirán los campesinos y, muy seguramente van a exclamar eso y más cuando adviertan y sientan que, efectivamente, el paquete económico 2024 presentado por el Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, ante la Cámara de Diputados, contiene regateo, miseria, migajas del menosprecio antifederalista hacia Zacatecas, porque apenas se proyectan 35 mil 414 millones de pesos de Presupuesto de Egresos, 205 millones más que el actual, el segundo estado más castigado, y solo 15 mil 844 millones de pesos en participaciones federales, 518 millones de pesos menos, el segundo estado con menos, de los 32, otra vez el maldito 32 de siempre.
No se vale, que en plena etapa de transformación y en el último año del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador y en los momentos electorales, se tengan que soportar más crisis que evitarán la recuperación económica e impedirán mayores avances en el combate a la violencia e inseguridad, urgencias para alcanzar la paz, bienestar y progreso, objetivos que se ha trazado la nueva gobernanza. Con medidas así, el gobierno de la República no va a generar en la sociedad ni en los ciudadanos, el agrado, ni satisfacción y menos la confianza que necesita para consolidar las metas de la cuarta transformación. Ciertamente, las remesas de nuestros migrantes son superiores al presupuesto asignado para el estado, son ellos la salvación económica de miles de familias rurales y urbanas.
Frente a este panorama que ya se pinta para Zacatecas, David Monreal Ávila ejerce autocrítica gubernamental y afirma que la ley de coordinación fiscal sigue condenando al estado al rezago, al atraso, "las participaciones federales que recibirá Zacatecas, son las más modestas, las más pobres y las más injustas en toda la historia" Razonable reacción del mandatario, porque ni siquiera está incluída la autopista Zacatecas-Aguascalientes, a pesar de que es compromiso del Presidente; se pone en duda el respaldo a la Universidad Autónoma de Zacatecas para que selle su compromiso de deuda con el ISSSTE, y se reducen las expectativas de impulso a los 58 municipios.
A tantas tribulaciones que los zacatecanos sufren, como la incesante violencia, la percepción de inseguridad, los desastres de la sequía, las huelgas mineras, los conflictos laborales en salud, educación y la Universidad; las críticas condiciones del comercio y turismo, la ausencia de una eficaz promoción del desarrollo económico, el aumento del desempleo, el encarecimiento de la canasta básica, el desabasto de medicinas, ahora se repite la ingratitud del gobierno federal con su proyecto presupuestal. ¿Así como puede Zacatecas acelerar desarrollo y crecimiento? Con esas ayudas antifederalistas, seguirá el estancamiento, crecerá la desigualdad, pero eso sí, orgullosos de una transformación hacia el retroceso.
Aquí se suma otra calamidad, se agiganta la emergencia social, se alejan la justicia, el bienestar y el progreso, la pacificación no se alcanza. Y ahora sí que la pelota caliente está con los legisladores federales, diputados y senadores, pero la gente opina con escepticismo, porque para éstos momentos, los ven más metidos en aferrarse a los brazos de Claudia Sheinbaum Pardo o Xóchitl Gálvez Ruiz a fin de asegurar la reelección o integración a las nuevas nóminas con posiciones de poder gubernamental, les importa más su ambición política personal y el mísero presupuesto a Zacatecas, sencillamente "les vale madres", abandonan su gestión, declinan su representación popular.