La cotidiana lectura de los medios de comunicación nacionales e internacionales a todos nos convence la amenazante presencia de un panorama de inestabilidad, tensiones y hasta miedos ante la violencia verbal del Presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, por las amenazas que ya anticipa en contra de sus vecinos de México y Canadá, embates económicos a través de su anunciada andanada de aranceles y por su desmedida furia en contra de los migrantes indocumentados, los ya adentrados y arraigados en norteamérica y los grupos y corrientes que ya se encaminan desde centroamérica en busca del llamado sueño americano, y que está dispuesto a impedir.
Son más de 11 millones de inmigrantes viviendo irregularmente en Estados Unidos, ilegales o indocumentados, que Trump ha decidido expulsar porque los acusa de invasores, hasta de criminales distribuidores de drogas y asesinos e incluso ya prepara espacios territoriales en Texas para encarcelar a los posibles víctimas de la estrategia de discrinminación y fobia, especialmente contra los mexicanos allá que son potencialmente impulsores de la economía estadounidense. Tan solo registremos que son más de un millón los zacatecanos allá, que pueden ser deportados y que sería un golpe tremendo a las ya endebles condiciones de pobreza aminoradas con las milagrosas remesas.
Trump es un sujeto violento e inhumano al que no le conmueven ni convencen las acciones de productividad de nuestros migrantes, es indiferente ante los programas tan vitales como la organización de los zacatecanos en cientos de clubes migrantes, no aprecia el desarrollo de las exposiciones agropecuarias que el gobierno de David Monreal Ávila año con año lleva a California, Texas e Illinois, insensible ante acciones humanitarias y solidarias como el Corazón de Plata, ya estableció que a partir del 20 de enero, la fecha de su toma de posesión de la Presidencia, comenzará el proceso de deportaciones bajo la exigencia de que sean frenados la invasión de drogas y migrantes.
Por fortuna y como estratégica programática ya institucionalizada, el gobierno de Zacatecas inicia mañana y hasta el 12 de enero, la Operación Invernal Héroes Paisanos, en la que participan coordinadamente los gobiernos federal, estatal y municipales, como así lo dieron a conocer los titulares de los Institutos Nacional y Estatal de Migración, José de Jesús Barajas Santos e Iván Reyes Millán, acciones de acompañamiento a caravanas migrantes desde su salida en la frontera de Estados Unidos hasta su llegada a los destinos en los municipios y comunidades del estado, a fin de garantizarles seguridad en su tránsito por el país y durante su período vacacional.
21 módulos con observadores de los Institutos de Migración, fuerzas públicas del Ejército, Guardia Nacional y corporaciones estatal y municipales actuarán distribuidos por carreteras y autopistas, en el aeropuerto internacional, las centrales camioneras, las unidades regionales de seguridad, en casetas y centros turísticos, en las cabeceras municipales desde norte a sur. Oportuno será que en su comunicación con los visitantes, haya la más acertada orientación acerca de las acciones y reacciones más razonables ante las amenazas de Donald Trump, que insiste en mantener escenarios de temor, alteraciones y tensiones a los migrantes y directamente contra México.
