La peligrosa prepotencia del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, producto del triunfalismo desmesurado y arrebatado que desde la noche del 2 de junio ha lanzado, tiene en Zacatecas la más burda y extraviada imitación que ejerce el dirigente estatal Rubén Flores Márquez, al acusar sin ton ni son y sin probar, al calificar a los consejeros del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas, de cínicos y de actuar por consigna en contra del Movimiento de Regeneración Nacional y los denunció de fraude y conflictos de interés al asumir actos de parcialidad en favor de los Partidos PRI, PAN y PRD.
No obstante haber obtenido victorias en 15 distritos electorales aliados con el Verde Ecologista y de lograr la recuperación de Ojocaliente, Pinos, Tlaltenango, Sombrerete y la mayoría de los municipios, y que nacionalmente Morena alcanzó el triunfo en 257 distritos, de las 300 diputaciones federales, ambos dirigentes son coincidentes y estratégicamente acordes para tratar de violentar desenlaces en algunos escenarios, como así proceden en Jalisco e insisten en romper relaciones y diálogos con la oposición, provocan, avasallan y buscan humillar con su desbordado carro completo, un innecesario y ofensivo triunfalismo que desde ahora impide a las fuerzas políticas avanzar en la concordia y hacia la reconciliación.
En contraste, el diputado federal electo por el tercer distrito, Ulises Mejía Haro, deja atrás las diferencias ventiladas en campaña, se aleja de las guerras sucias y asume actitud de honestidad y humildad ante los adversarios e incluso ya realiza jornada de agradecimiento por todos los municipios del distrito, desde la Capital del estado hasta el semidesierto del Norte y retoma los compromisos de gestión para mejorar las carreteras, garantizar el abasto del agua e impulsar la solución con el proyecto Milpillas y superar pronto las condiciones de inseguridad e incertidumbre en algunas regiones del estado, hay pues acciones congruentes y consecuentes con la racionalidad de la convivencia en paz.
Fueron 389 mil los votos en Zacatecas a favor de la candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo, el 50. 5 por ciento de los votos totales emitidos, una respuesta electoral de los zacatecanos a la cuarta transformación, que deberá ser correspondida con la atención de las grandes prioridades, como así lo ofrecieron también los candidatos al Senado y a las diputaciones federales, ahora electos y en la estrategia de lograr las mayorías calificadas para aprobar en plan C, el conjunto de reformas propuestas por el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, entre ellas la reforma del Poder Judicial, decisiones que la virtual Presidenta electa ha tomado con moderación, prudencia y análisis responsable.
El inesperado y sorprendente desenlace en el Corredor Electoral de Fresnillo, Jerez y Zacatecas Capital, las más dolorosas derrotas de la Nueva Gobernanza, no deben conducir a la pérdida de la orientación política y de la brújula del poder, porque una escisión generada por las posturas radicales y extremas de los dirigentes morenistas, puede significar la continuación de las polarizaciones y confrontaciones al seno de la sociedad, comportamientos equivocados que no deben lesionar la legitimidad del gobierno electo, ni estorbar al impulso reformador en el Congreso de la Unión, donde ya se tejen las mayorías calificadas para garantizar el segundo piso de la Cuarta Transformación.