El pueblo bueno y sabio poco sabe o más bien lo ignora por confundido, pero mañana la Suprema Corte de Justicia de la Nación analizará, discutirá y debatirá sobre suprimir la elección de jueces y magistrados por el voto popular y respetar que los ministros y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, sean elegidos por el voto ciudadano. Puede ser que a la gente no le importe mucho y estén más preocupados por un probable triunfo de Donald Trump, mañana allá en Estados Unidos, porque para México será menos dañino que la victoria sea de Kamala Harris, aunque igual nos puede ir mal a los mexicanos "con melón o con sandía."
Vistos los dos escenarios aquí y allá, las expectativas están más centradas en la elección presidencial de Estados Unidos, bien se conoce que miles y miles de zacatecanos, dicen que la mitad de la población del estado está al otro lado de la frontera y los más no tienen papeles, son migrantes ilegales, los que realmente peligran si gana Trump, el candidato que es acusado de fascista, homofóbico y antiinmigrante, que tiene a México en la mira y amenaza que de triunfar, expulsará a miles de migrantes en esas condiciones y entre ellos son muchos los zacatecanos en California, Florida, Wisconsin, Illinois, Oregon, Texas, Arizona, New York y por muchos otros horizontes estadounidenses.
La experiencia de maltrato a nuestro país, ya se dio durante su Presidencia, cuando abusó de la generosidad de Andrés Manuel López Obrador para lograr contener oleadas de migrantes centroamericanos hacia los Estados Unidos, la aplicación de aranceles a productos mexicanos y sus expresiones odiosas y discriminatorias contra lo nuestro y los nuestros. Hay pues preocupación en serio por todos los puntos fronterizos, desde Tijuana, Juárez, hasta Laredo y Matamoros e internamente en México en los estados de Michoacán, Jalisco, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas, Chihuahua, Durango, Sonora y Sinaloa, donde las remesas son el milagro económico que salva a miles de familias y que serían las primeras afectadas de ocurrir esa multitudinaria deportación que anuncia Donald Trump.
Las organizaciones y clubes de zacatecanos desde California, Texas e Illinois, han reiterado su alarma sobre un contundente freno migratorio que sería altamente negativo para la economía nacional, pero además se reducirían las inversiones extranjeras en el país por las medidas arancelarias que impondría en candidato norteamericano. La elección será mañana, sin duda histórica, porque transcurrirá en medio de crisis de desconfianza que el candidato ha sembrado porque, si no gana, impugnará y acusará fraude electoral del Partido Demócrata.
El enfoque crítico de los zacatecanos, cuya gran mayoría tiene familiares allá en el norte, es sistemático y estarán todo el día al pendiente hasta el anuncio oficial por la noche de mañana. Acostumbrados como están los mexicanos a vivir las tensiones electorales como las que acaban de pasar con la avasallante victoria de Morena y su ahora presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, si con el Tratado de Libre Comercio se abrieron los mercados y México se ha posicionado como el país de mayores exportaciones hacia el vecino del norte, esa expansión comercial puede ser frenada y el gobierno estadunidense con Trump vería a México como dominado y no como aliado económico.
El pueblo bueno y sabio poco sabe o más bien lo ignora por confundido, pero mañana la Suprema Corte de Justicia de la Nación analizará, discutirá y debatirá sobre suprimir la elección de jueces y magistrados por el voto popular y respetar que los ministros y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, sean elegidos por el voto ciudadano. Puede ser que a la gente no le importe mucho y estén más preocupados por un probable triunfo de Donald Trump, mañana allá en Estados Unidos, porque para México será menos dañino que la victoria sea de Kamala Harris, aunque igual nos puede ir mal a los mexicanos "con melón o con sandía."
Vistos los dos escenarios aquí y allá, las expectativas están más centradas en la elección presidencial de Estados Unidos, bien se conoce que miles y miles de zacatecanos, dicen que la mitad de la población del estado está al otro lado de la frontera y los más no tienen papeles, son migrantes ilegales, los que realmente peligran si gana Trump, el candidato que es acusado de fascista, homofóbico y antiinmigrante, que tiene a México en la mira y amenaza que de triunfar, expulsará a miles de migrantes en esas condiciones y entre ellos son muchos los zacatecanos en California, Florida, Wisconsin, Illinois, Oregon, Texas, Arizona, New York y por muchos otros horizontes estadounidenses.
La experiencia de maltrato a nuestro país, ya se dio durante su Presidencia, cuando abusó de la generosidad de Andrés Manuel López Obrador para lograr contener oleadas de migrantes centroamericanos hacia los Estados Unidos, la aplicación de aranceles a productos mexicanos y sus expresiones odiosas y discriminatorias contra lo nuestro y los nuestros. Hay pues preocupación en serio por todos los puntos fronterizos, desde Tijuana, Juárez, hasta Laredo y Matamoros e internamente en México en los estados de Michoacán, Jalisco, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas, Chihuahua, Durango, Sonora y Sinaloa, donde las remesas son el milagro económico que salva a miles de familias y que serían las primeras afectadas de ocurrir esa multitudinaria deportación que anuncia Donald Trump.
Las organizaciones y clubes de zacatecanos desde California, Texas e Illinois, han reiterado su alarma sobre un contundente freno migratorio que sería altamente negativo para la economía nacional, pero además se reducirían las inversiones extranjeras en el país por las medidas arancelarias que impondría en candidato norteamericano. La elección será mañana, sin duda histórica, porque transcurrirá en medio de crisis de desconfianza que el candidato ha sembrado porque, si no gana, impugnará y acusará fraude electoral del Partido Demócrata.
El enfoque crítico de los zacatecanos, cuya gran mayoría tiene familiares allá en el norte, es sistemático y estarán todo el día al pendiente hasta el anuncio oficial por la noche de mañana. Acostumbrados como están los mexicanos a vivir las tensiones electorales como las que acaban de pasar con la avasallante victoria de Morena y su ahora presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, si con el Tratado de Libre Comercio se abrieron los mercados y México se ha posicionado como el país de mayores exportaciones hacia el vecino del norte, esa expansión comercial puede ser frenada y el gobierno estadunidense con Trump vería a México como dominado y no como aliado económico.