/ domingo 6 de octubre de 2024

Crónica del poder / Las mujeres van más allá de la equidad, rumbo a la plena emancipación

Ese contundente grito de Claudia Sheinbaum Pardo. No llego sola, ¡llegamos todas! Abre un nuevo horizonte en la vida política de México y Zacatecas, un escenario que se sacude hasta el fondo del humanismo, un contrastante ambiente democrático que obliga a reconocer y reafirmar que efectivamente, éste es Tiempo de Mujeres, porque desde ya y por empoderamiento presidencial, ellas si son transformación y transforman la realidad que durante siglos ha estado dominada por el machismo, por los hombres del poder con ambición y obsesión que por lo general tienden y tiran a corromperse para desviar todos los caminos y distorsionar la normalidad democrática en imposiciones, cacicazgos, caudillismo, liderazgos enfermizos e insaciables de poder y absolutismos autoritarios y prepotentes, promotores del discurso de odio.

Se admite y se reconoce que ellas son más sensibles, practican la tolerancia y respeto, y lo ejercen con el ejemplo. Lo que vemos y vivimos a partir del primero de octubre es un cambio verdadero, auténtica transformación, en serio y más vigorosa, todas ellas que llegaron con ella ahora en el Palacio Nacional, habrá que estar preparados para verlas que van más allá de la equidad e igualdad, van a tomar decisiones que coinciden con la perspectiva de los hombres, pero serán más determinantes, más inmediatas y transparentes, total claridad y veracidad.

De plano hay que observar cómo la misoginia de pronto, de un día para otro se va desvaneciendo, las mujeres en la Presidencia, en los Gobiernos estatales y municipales, están demostrando capacidad de comprensión de la problemática nacional y de las crisis regionales de violencia e inseguridad o de atraso y rezagos en desarrollo, exponen razones y argumentos para afianzar credibilidad y recuperar confianza, situaciones y circunstancias que entre los hombres suelen ser desquiciantes y entre ellas, serenidad, mesura y prudencia. No tienen que imitar a nadie, ni a sus gobernantes, líderes, guías o conductores, no se supedita a nadie, se ven decididas a ser ellas, que las dejen solas.

Para no ir tan lejos, lo inédito e inusitado es que en las Secretarías de la Defensa Nacional y la Marina, se sienten motivados, hasta orgullosos de tener una Comandanta Suprema, o sea, los militares han tenido que ceder y adaptarse a la nueva realidad del empoderamiento de ellas.

Por lo pronto, a las zacatecanas hay que verlas moverse en su nuevo y legítimo escenario político, desde Rocío Nahle García que ya manda en Veracruz, hasta Amalia García Medina, que proyecta su nueva imagen de combatividad, cualidades humanistas, capacidad académica y experiencia política y de gobierno; no perder de vista a las senadoras Claudia Anaya Mota, Geovanna Bañuelos y Verónica Díaz Robles; dar seguimiento a las diputadas federales Magdalena Núñez Monreal y Noemí Berenice Luna Ayala; y en el ámbito estatal a las diputadas Ana María Romo Fonseca, Karla Guadalupe Estrada García, Renata Ávila y Ruth Calderón, o a funcionarias como Maricarmen Salinas y Norma Julieta del Río Venegas.

Definitivamente, con Claudia Sheinbaum Pardo en la Presidencia de la República, sin duda vamos a ver un proceso de perfeccionamiento hacia la emancipación de las mujeres, factor sustancial y esencial para que se viva la sublimación democrática y exaltación de todas las libertades, todos los derechos y los principios ideológicos, con calidad moral y la más firme lealtad a la sociedad, a México y Zacatecas.

Ese contundente grito de Claudia Sheinbaum Pardo. No llego sola, ¡llegamos todas! Abre un nuevo horizonte en la vida política de México y Zacatecas, un escenario que se sacude hasta el fondo del humanismo, un contrastante ambiente democrático que obliga a reconocer y reafirmar que efectivamente, éste es Tiempo de Mujeres, porque desde ya y por empoderamiento presidencial, ellas si son transformación y transforman la realidad que durante siglos ha estado dominada por el machismo, por los hombres del poder con ambición y obsesión que por lo general tienden y tiran a corromperse para desviar todos los caminos y distorsionar la normalidad democrática en imposiciones, cacicazgos, caudillismo, liderazgos enfermizos e insaciables de poder y absolutismos autoritarios y prepotentes, promotores del discurso de odio.

Se admite y se reconoce que ellas son más sensibles, practican la tolerancia y respeto, y lo ejercen con el ejemplo. Lo que vemos y vivimos a partir del primero de octubre es un cambio verdadero, auténtica transformación, en serio y más vigorosa, todas ellas que llegaron con ella ahora en el Palacio Nacional, habrá que estar preparados para verlas que van más allá de la equidad e igualdad, van a tomar decisiones que coinciden con la perspectiva de los hombres, pero serán más determinantes, más inmediatas y transparentes, total claridad y veracidad.

De plano hay que observar cómo la misoginia de pronto, de un día para otro se va desvaneciendo, las mujeres en la Presidencia, en los Gobiernos estatales y municipales, están demostrando capacidad de comprensión de la problemática nacional y de las crisis regionales de violencia e inseguridad o de atraso y rezagos en desarrollo, exponen razones y argumentos para afianzar credibilidad y recuperar confianza, situaciones y circunstancias que entre los hombres suelen ser desquiciantes y entre ellas, serenidad, mesura y prudencia. No tienen que imitar a nadie, ni a sus gobernantes, líderes, guías o conductores, no se supedita a nadie, se ven decididas a ser ellas, que las dejen solas.

Para no ir tan lejos, lo inédito e inusitado es que en las Secretarías de la Defensa Nacional y la Marina, se sienten motivados, hasta orgullosos de tener una Comandanta Suprema, o sea, los militares han tenido que ceder y adaptarse a la nueva realidad del empoderamiento de ellas.

Por lo pronto, a las zacatecanas hay que verlas moverse en su nuevo y legítimo escenario político, desde Rocío Nahle García que ya manda en Veracruz, hasta Amalia García Medina, que proyecta su nueva imagen de combatividad, cualidades humanistas, capacidad académica y experiencia política y de gobierno; no perder de vista a las senadoras Claudia Anaya Mota, Geovanna Bañuelos y Verónica Díaz Robles; dar seguimiento a las diputadas federales Magdalena Núñez Monreal y Noemí Berenice Luna Ayala; y en el ámbito estatal a las diputadas Ana María Romo Fonseca, Karla Guadalupe Estrada García, Renata Ávila y Ruth Calderón, o a funcionarias como Maricarmen Salinas y Norma Julieta del Río Venegas.

Definitivamente, con Claudia Sheinbaum Pardo en la Presidencia de la República, sin duda vamos a ver un proceso de perfeccionamiento hacia la emancipación de las mujeres, factor sustancial y esencial para que se viva la sublimación democrática y exaltación de todas las libertades, todos los derechos y los principios ideológicos, con calidad moral y la más firme lealtad a la sociedad, a México y Zacatecas.