/ miércoles 23 de octubre de 2024

Crónica del poder / La diputación intenta dejar en el olvido la Legislatura de la Vergüenza

Las diputadas y diputados de la 65 Legislatura, los miembros de gabinete del David Monreal Ávila, como los magistrados que lidera el Magistrado Carlos Villegas, los respectivos representantes de los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, todos son gobierno y todos son corresponsables de la construcción de la imagen del gobierno, de óptima calidad, de irrelevante medianía o de prestigio o deterioro y su desempeño de la función pública o representación popular que a diario ejercen, pueden ser de trascendencia histórica o en sus desequilibrios o excesos, dejar una huella de frivolidad política, de vulgaridad legislativa o decepción en la administración de justicia.

Hay que verlos y reconocerlos bien, los ciudadanos ya no son indiferentes y no se alinean fácilmente, de manera que se observan hacer un atisbo evaluatorio que se dio durante el desarrollo de la glosa o comparecencia de los secretarios del gabinete monrealista y, ni a los funcionarios comparecientes, ni a los diputados auscultadores, supuestamente analistas y críticos o cuestionadores del ejercicio de gobierno, los califican de excepcionales o excelentes actores, algunos de los secretarios y legisladores fueron protagonistas, pero los más, sobre todo los morenistas y verdes, no fueron capaces ni avezados defensores del gobierno y sus programas estratégicos de desarrollo.

La gente, la ciudadanía y la sociedad en general puede sentirse engañada por ese proceso de glosa del tercer informe de gobierno, porque no escuchó lo que quería reconocer como hechos y no por dichos que ni siquiera los secretarios supieron explicar ni los diputados desmenuzar con sus comentarios, preguntas o interrogantes. Salvo contadas excepciones, pero en general dejan al pueblo a medias con su información que pretendieron transparentar, pero no suficientemente, que buscaron convencer con cifras y datos precisos, que no reflejaron la realidad que efectivamente, se traduce en obras públicas, avances en la pacificación, fortalecimiento de la minería, respaldos dinámicos al campo.

En el escenario legislativo no se vio a los diputados morenistas Santos Antonio González, Jesús Padilla Estrada, Maribel Villalpando, Oscar Novella, Imelda Mauricio o Jaime Esquivel, defender con vigor y contundencia a la nueva gobernanza, no se atrevieron a demostrar lealtad a su líder y mandatario estatal; hasta los verdes ecologistas que son sus aliados, Lyndiana Bugarín, Fernanda Miranda, Susana Barragán y José Luis González Orozco, se exhibieron más que modestos, opacos, sin valor para argumentar y debatir con razones políticas y los hechos de servicio público por todos los municipios, ni los morenos ni los verdes supieron explicar el enorme valor de las obras de gobierno.

Con fuerza política, los diputados de oposición ya se hicieron notar más críticos y a la ofensiva, con habilidades discursivas elevaron el ambiente parlamentario, conscientes de que actúan en un escenario con fuerzas políticas equilibradas, se ungieron defensores de los intereses de los zacatecanos, como así se vieron y escucharon Renata Libertad Ávila, Alfredo Femat Bañuelos, Ana María Romo Fonseca, Marco Vinicio Flores, Karla Guadalupe Estrada, Isadora Santivañez, María Teresa López, Eleuterio Ramos y Esmeralda Rivera; del PT, aliados pero disidentes, del PAN, PRI, PRD, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano, que hicieron ver la presencia de una combativa oposición.

Las diputadas y diputados de la 65 Legislatura, los miembros de gabinete del David Monreal Ávila, como los magistrados que lidera el Magistrado Carlos Villegas, los respectivos representantes de los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, todos son gobierno y todos son corresponsables de la construcción de la imagen del gobierno, de óptima calidad, de irrelevante medianía o de prestigio o deterioro y su desempeño de la función pública o representación popular que a diario ejercen, pueden ser de trascendencia histórica o en sus desequilibrios o excesos, dejar una huella de frivolidad política, de vulgaridad legislativa o decepción en la administración de justicia.

Hay que verlos y reconocerlos bien, los ciudadanos ya no son indiferentes y no se alinean fácilmente, de manera que se observan hacer un atisbo evaluatorio que se dio durante el desarrollo de la glosa o comparecencia de los secretarios del gabinete monrealista y, ni a los funcionarios comparecientes, ni a los diputados auscultadores, supuestamente analistas y críticos o cuestionadores del ejercicio de gobierno, los califican de excepcionales o excelentes actores, algunos de los secretarios y legisladores fueron protagonistas, pero los más, sobre todo los morenistas y verdes, no fueron capaces ni avezados defensores del gobierno y sus programas estratégicos de desarrollo.

La gente, la ciudadanía y la sociedad en general puede sentirse engañada por ese proceso de glosa del tercer informe de gobierno, porque no escuchó lo que quería reconocer como hechos y no por dichos que ni siquiera los secretarios supieron explicar ni los diputados desmenuzar con sus comentarios, preguntas o interrogantes. Salvo contadas excepciones, pero en general dejan al pueblo a medias con su información que pretendieron transparentar, pero no suficientemente, que buscaron convencer con cifras y datos precisos, que no reflejaron la realidad que efectivamente, se traduce en obras públicas, avances en la pacificación, fortalecimiento de la minería, respaldos dinámicos al campo.

En el escenario legislativo no se vio a los diputados morenistas Santos Antonio González, Jesús Padilla Estrada, Maribel Villalpando, Oscar Novella, Imelda Mauricio o Jaime Esquivel, defender con vigor y contundencia a la nueva gobernanza, no se atrevieron a demostrar lealtad a su líder y mandatario estatal; hasta los verdes ecologistas que son sus aliados, Lyndiana Bugarín, Fernanda Miranda, Susana Barragán y José Luis González Orozco, se exhibieron más que modestos, opacos, sin valor para argumentar y debatir con razones políticas y los hechos de servicio público por todos los municipios, ni los morenos ni los verdes supieron explicar el enorme valor de las obras de gobierno.

Con fuerza política, los diputados de oposición ya se hicieron notar más críticos y a la ofensiva, con habilidades discursivas elevaron el ambiente parlamentario, conscientes de que actúan en un escenario con fuerzas políticas equilibradas, se ungieron defensores de los intereses de los zacatecanos, como así se vieron y escucharon Renata Libertad Ávila, Alfredo Femat Bañuelos, Ana María Romo Fonseca, Marco Vinicio Flores, Karla Guadalupe Estrada, Isadora Santivañez, María Teresa López, Eleuterio Ramos y Esmeralda Rivera; del PT, aliados pero disidentes, del PAN, PRI, PRD, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano, que hicieron ver la presencia de una combativa oposición.