/ lunes 2 de diciembre de 2024

Crónica del poder / Instituto Municipal de Cultura que extienda el arte y rescate a sus autores

Sin ceder optimismo ni compromiso por y con Zacatecas, la entrada a la época decembrina, a la antesala del 2025, debe generar señales o signos de una conspiración de coincidencias, que aunque alejadas o distantes, convergen justamente en la convicción renovadora y modernizadora de las estrategias de progreso y desarrollo al ritmo acelerado de las transformaciones que ahora se edifican con la participación de todas las fuerzas políticas y sociales, sin exclusiones o indiferencias, sino con la confianza elevada a una reciprocidad sin sumisión, ni manipulación de intereses contrarios y encontrados que solo anulan esfuerzos colectivos y de unidad en las diferencias.

Con esta orientación de compromiso colectivo e integración de potencialidades lanzadas con creatividad e imaginación, apenas el Ayuntamiento de Miguel Varela Pinedo, designó Directora de Cultura a la exdiputada María del Mar Ávila Ibargüengoitia, esta zacatecana pronto propuso convertir la Casa Municipal de Cultura en Instituto de Cultura, que no significa competencia a otras instituciones estatales o universitarias promotoras y difusoras de las expresiones artísticas y las manifestaciones culturales, porque se trata de la universalidad que es interpretada como integración plena de todos los esfuerzos a la consolidación de la mejor imagen de Zacatecas, a lo que nadie se opone.

Las políticas culturales, desde lo estatal a lo municipal, y viceversa, juntos o en coincidencia institucional que apunta al bienestar social.

Desde 1994 y tras de ser declarada Zacatecas por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, debió ser el inicio de vigorosa etapa de promoción y proyección nacional e internacional con la más elevada sensibilidad y con la mayor trascendencia, para que no solo la Bizarra Capital sino todo el estado y sus inmensos y diversos valores lograran un posicionamiento en el espectro cultural y artístico, sin embargo, se atribuyen tres décadas o 5 sexenios de estancamiento turístico y cultural por el choque de proyectos entre priistas y perredistas, que de hecho y de plano anularon las estrategias para que se alcanzara la cima de la grandiosidad con proyección internacional.

Desde el inicio de la nueva gobernanza en 2021, la sociedad y los gobiernos valoran y consideran trazar como objetivos y metas, hacer de Zacatecas la Capital Turística de México y la Capital Cultural de Latinoamérica, hay recursos y argumentos para sustentarlo: la estampa de la ciudad capital, su esplendor arquitectónico, historia y tradiciones, hombres y mujeres ilustres en todas manifestaciones artísticas; la enorme serie de museos. Y más allá, Jerez como el Santuario de la Poesía, por López Velarde; Fresnillo, como sede de la musicalidad, por Ponce; Guadalupe, por su fiesta barroca y el Camino Real de Tierra Adentro; Teúl de González Ortega y la cronología arqueológica, etc.

Tiene sentido pues, que el cabildo de Zacatecas Capital a convocatoria del alcalde Miguel Varela Pinedo, acuerde la constitución del Instituto de Cultura, para que asuma propuestas con calidad, creatividad y audacia, acciones complementarias, de trascendentes iniciativas y de gran valor, de manera que haya integración e impulso a la diversidad de jóvenes creadores de arte, y sobre todo, que la nueva cultura libre y universal llegue a todas las colonias urbanas y populares, a las comunidades rurales, a los grupos sociales, a los sectores productivos, a las instituciones escolares, una verdadera y auténtica formación de nuevos valores y nuevas generaciones actoras y promotoras de la cultura.


Sin ceder optimismo ni compromiso por y con Zacatecas, la entrada a la época decembrina, a la antesala del 2025, debe generar señales o signos de una conspiración de coincidencias, que aunque alejadas o distantes, convergen justamente en la convicción renovadora y modernizadora de las estrategias de progreso y desarrollo al ritmo acelerado de las transformaciones que ahora se edifican con la participación de todas las fuerzas políticas y sociales, sin exclusiones o indiferencias, sino con la confianza elevada a una reciprocidad sin sumisión, ni manipulación de intereses contrarios y encontrados que solo anulan esfuerzos colectivos y de unidad en las diferencias.

Con esta orientación de compromiso colectivo e integración de potencialidades lanzadas con creatividad e imaginación, apenas el Ayuntamiento de Miguel Varela Pinedo, designó Directora de Cultura a la exdiputada María del Mar Ávila Ibargüengoitia, esta zacatecana pronto propuso convertir la Casa Municipal de Cultura en Instituto de Cultura, que no significa competencia a otras instituciones estatales o universitarias promotoras y difusoras de las expresiones artísticas y las manifestaciones culturales, porque se trata de la universalidad que es interpretada como integración plena de todos los esfuerzos a la consolidación de la mejor imagen de Zacatecas, a lo que nadie se opone.

Las políticas culturales, desde lo estatal a lo municipal, y viceversa, juntos o en coincidencia institucional que apunta al bienestar social.

Desde 1994 y tras de ser declarada Zacatecas por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, debió ser el inicio de vigorosa etapa de promoción y proyección nacional e internacional con la más elevada sensibilidad y con la mayor trascendencia, para que no solo la Bizarra Capital sino todo el estado y sus inmensos y diversos valores lograran un posicionamiento en el espectro cultural y artístico, sin embargo, se atribuyen tres décadas o 5 sexenios de estancamiento turístico y cultural por el choque de proyectos entre priistas y perredistas, que de hecho y de plano anularon las estrategias para que se alcanzara la cima de la grandiosidad con proyección internacional.

Desde el inicio de la nueva gobernanza en 2021, la sociedad y los gobiernos valoran y consideran trazar como objetivos y metas, hacer de Zacatecas la Capital Turística de México y la Capital Cultural de Latinoamérica, hay recursos y argumentos para sustentarlo: la estampa de la ciudad capital, su esplendor arquitectónico, historia y tradiciones, hombres y mujeres ilustres en todas manifestaciones artísticas; la enorme serie de museos. Y más allá, Jerez como el Santuario de la Poesía, por López Velarde; Fresnillo, como sede de la musicalidad, por Ponce; Guadalupe, por su fiesta barroca y el Camino Real de Tierra Adentro; Teúl de González Ortega y la cronología arqueológica, etc.

Tiene sentido pues, que el cabildo de Zacatecas Capital a convocatoria del alcalde Miguel Varela Pinedo, acuerde la constitución del Instituto de Cultura, para que asuma propuestas con calidad, creatividad y audacia, acciones complementarias, de trascendentes iniciativas y de gran valor, de manera que haya integración e impulso a la diversidad de jóvenes creadores de arte, y sobre todo, que la nueva cultura libre y universal llegue a todas las colonias urbanas y populares, a las comunidades rurales, a los grupos sociales, a los sectores productivos, a las instituciones escolares, una verdadera y auténtica formación de nuevos valores y nuevas generaciones actoras y promotoras de la cultura.