Definitivamente, Zacatecas no puede ni debe ser más rehén de la violencia e inseguridad, ni las instituciones estatales, municipales y federales asumir posturas de indiferencia o simulación, frente a los graduales y positivos resultados de la estrategia de pacificación la desigualdad entre los municipios debe ser superada y todas las fuerzas actuar en conjunción, colectivamente, bajo absoluta coordinación y plena colaboración e intercambio informativo y operativo, una efectiva coordinación, porque la sociedad, los ciudadanos en sus comunidades urbanas y rurales exigen sólida unidad ante la crisis de seguridad que ya cede y abre rutas hacia la paz y tranquilidad que todos los zacatecanos anhelan.
El pronunciamiento lanzado el viernes pasado desde la máxima autoridad de David Monreal Ávila, dirigido a los alcaldes de los 58 municipios, a sumarse con entereza y responsabilidad a la estrategia de seguridad que ha dado resultados, es atendible y es contundente respuesta a los hechos violentos en Zacatecas capital y Jerez donde sucedieron estallidos de fuego que alarmaron a la sociedad y porque ha quedado claro que Fresnillo y la Bizarra Capital están fuera de las prioridades de la estrategia de seguridad del gobierno federal que ya aplica la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y a la que el gobernador zacatecano se ha sumado con determinación y realismo.
Bajo esta misma orientación, el mandatario pidió a los mandos policiales no relajarse, a pesar de la reducción del índice delictivo y de la salida de Fresnillo y Zacatecas Capital de la lista de ciudades prioritarias, lo que es confiable indicador del fortalecimiento de la estrategia de pacificación. Y en efecto, las expresiones de los alcaldes Miguel Varela Pinedo, de Zacatecas; Javier Torres Rodríguez, de Fresnillo; Rodrigo Ureño Bañuelos, por Jerez; y José Saldivar Alcalde, de Guadalupe, los cuatro del corredor metropolitano, han sido de consecuente seguimiento a las políticas de seguridad pública lideradas por la Presidenta de la República.
Los enlaces de coordinación también deben ser efectivos en los municipios colindantes con los estados en el entorno geográfico, Apulco y Nochistlán, con Teocaltiche, Mexticacán y Lagos de Moreno, Jalisco; Loreto y Luis Moya, con Cosío y Tepezalá, de Aguascalientes; Tepetongo con Huejucar y Colotlán, Jalisco; Sombrerete y Súchil y Tepehuanes, Durango; Valparaíso con Huejuquilla, Jalisco; Villa de Cos y Pinos con San Luis Potosí, aplicar con realismo los convenios de coordinación, sin observar las diferencias políticas e ideológicas entre los gobiernos estatales, Aguascalientes es gobernado por la panista, María Teresa Jiménez; Enrique Alfaro del Movimiento Ciudadano en Jalisco; con Ricardo Gallardo, del Verde Ecologista en San Luis Potosí, y con el priista Esteban Villegas, de Durango, la seguridad es interés superior.
Ciertamente, urge el fortalecimiento de las policías municipales, medidas que se tienen que hacer desde la conducción estatal, proceder integralmente a la capacitación hasta la certificación, cubrir los déficits tan graves como en Jerez, Guadalupe y Fresnillo, respaldar con la policía estatal como ya se hace con Jerez o por la Policía Estatal Metropolitana en el centro geográfico del estado; el llamado gubernamental debe ser atendido, pero con estricta coordinación y respeto a la autonomía municipal, y deponer las diferencias políticas e ideológicas.