30 días de la primera Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, han transcurrido y desde el primer momento en el Congreso de la Unión y luego en el Zócalo de la Ciudad de México, la intensidad en la construcción del segundo piso de la cuarta transformación, no cesa en ascender y ya aparece incontenible, con un vigoroso lenguaje político, una nueva cultura política, otro estilo de gobernar, con determinación refuerza los lazos de identidad de norte a sur y del golfo al pacífico, horizontes y rincones del país que a diario se sacuden con más novedades en la Patria, con experiencias que con el inmenso respaldo mayoritario profundizan en el perfeccionamiento de la vida democrática, hasta el punto máximo de alcanzar la supremacía constitucional, concepto que tendrá que ser explicado a los mexicanos y zacatecanos por los gobernantes, los senadores y diputados, porque los ciudadanos, el llamado pueblo bueno y sabio necesita valorar si vive en la normalidad democrática y si se avanza en la consolidación de un mejor país con bienestar, desarrollo, crecimiento, paz y tranquilidad.

En la construcción de este escenario, hay actores y protagonistas que son zacatecanos y que en las batallas parlamentarias han sostenido convicciones políticas e ideológicas, las que deben ser impulsadas y encauzadas en la cotidianidad social, con respeto a los diferentes, con la dignidad gubernamental y de representación popular que solo ven el interés superior del país y en nuestro caso, de Zacatecas y los 58 municipios. En este proceso, llama poderosamente nuestra atención y sin vanaglorias la gente reconoce que el ahora diputado federal, Ricardo Monreal Ávila, ha cruzado por todos los desiertos y selvas políticas, por todos lo pantanos y cimas, desde la hegemonía priísta donde fue considerado el gran operador político del PRI, pasado por ejercicios de poder en el PRD, como Gobernador del estado, tres veces senador de la República, 4 ocasiones diputado federal, por las vías de la diversidad partidista y ahora hay que verlo como fue líder del Senado de la República y ahora coordinador de la bancada morenista en la Cámara de Diputados.

En aquellos tiempos priistas a su lado combatió el parlamentario Tomás Torres Mercado, como ahora lo hace Saúl Monreal Ávila, ambos en la contundente defensa de la reforma al Poder Judicial; como también se observan los activismos de otros zacatecanos como la ex gobernadora Amalia García Medina, Geovanna Bañuelos, Verónica Díaz Robles, Noemí Berenice Luna Ayala, Claudia Anaya Mota, Magdalena Núñez Monreal, Carlos Puente Salas, Ulises Mejía Haro y muy destacadamente el riogense Alfonso Ramírez Cuéllar, diputado federal muy cercano a la Presidenta de la República y colocado como vicecoordinador de la Cámara de Diputados, presidente y secretario de las Comisiones de Hacienda y Presupuesto, el primer responsable de hacer el reparto de los recursos federales hacia los estados y municipios.

En esa ebullición parlamentaria se mueven éstos zacatecanos, todos están obligados a ahondar en el diálogo y alcanzar acuerdos en favor de Zacatecas, que sea logrado el más vigoroso de los Presupuestos 2025, los partidos en el poder pueden estar montados en la Supremacía Constitucional y más hacerlo con orgullo, si van a sumar esfuerzos en la gestión de los mayores recurso para el estado y los 58 municipios.