En el último día de campañas y a 72 horas de los comicios del domingo 2 de junio, el realismo político en el corredor electoral del estado, los municipios de Zacatecas Capital, Guadalupe, Fresnillo y Jerez, es que están convertidos en una encrucijada, no solo para los partidos en el poder, Morena, Partidos del Trabajo y Verde Ecologista, sino también para la coalición Fuerza y Corazón por México y Zacatecas, el Movimiento Ciudadano y hasta de los partidos locales que "ni siquiera alcanzaron a montar en su caballo" porque la competencia ya estaba enardecida hasta la violencia verbal y generando pronósticos reservados e inciertos.
Nadie puede llamarse ingenuo o inocente para no reconocer la complejidad electoral; la primera paradoja es que para elegir al morenista Ulíses Mejía Haro, por la diputación federal al tercer distrito, los ciudadanos tienen que votar por el petista Alfredo Femat Bañuelos, el que aparece en la boleta y para fortuna de la estrategia morenista, el comisionado nacional del PT, ejerce un poderoso liderazgo desde la capital del estado hasta el semidesierto del norte en Mazapil y Concepción del Oro y puede garantizar la victoria; otro efecto ya anticipado, es que por las senadurías, en su ascenso hacia la certeza del triunfo, Saúl Monreal Ávila estira a Verónica Díaz Robles, dualidad política que tiene que alejarse de Claudia Anaya Mota y Miguel Torres Rosales, los candidatos del PRI, PAN y PRD, que han avanzado notablemente, sin desestimar la fresca fórmula de Tere Villegas Santillán y Tomás Torres Torres, del Movimiento Ciudadano.
En Jerez, todo mundo sabe que el alcalde Humberto Salazar Contreras, entregó la plaza de Morena, les falló a los jerezanos y decepcionó a su muy sagrado compadre Ricardo Monreal Ávila; aquí domina la estrategia de Julia Olguín Serna a la diputación federal por Morena, sin restar valor a las acciones de José Guadalupe Correa, del PAN y de Verónica Rivera, del Movimiento Ciudadano; y sobre la alcaldía, la imagen de traiciones y torceduras que exhibió María del Refugio Ávalos, los jerezanos no la perfilan bien y más se inclinan por el respaldo al priista Luis Esparza. En Guadalupe, la ciudadanía está envuelta en confusión e incertidumbre, José Saldivar Alcalde, que va por la reelección, sufre grave desgaste por la estela y lastre de negativos que le dejó Julio César Chávez, una situación que abre ventajas para que Roberto Luévano Ruíz llegue por segunda vez a la Presidencia municipal o se abra cauce a un tercero en discordia, Héctor "Tito" Méndez Rodriguez o Laura Ruelas Gutiérrez.
En Fresnillo, las incursiones del ex gobernador Ricardo Monreal Ávila para fortalecer las campañas y candidaturas de Soledad Luévano Cantú a la diputación federal, de Bennelly Hernández Ruedas, a la presidencia del Mineral y a Martín Álvarez Casio a la diputación local, han sido impulsoras para asegurar el triunfo de la cuarta transformación y la nueva gobernanza, sin desconocer que los embates de Norma Castorena Bellerreza y Javier Torres Rodriguez, han sido efectivos y han crecido ante la militancia y los simpatizantes fresnillenses.
Este es el panorama no tan optimista, en el que resalta el escenario beligerante que han protagonizado Jorge Miranda Castro, que va por la reelección y Miguel Ángel Varela Pinedo, del PAN, PRI y PRD, que han intercambiado descalificaciones y denuncias que reproducen una muy degradante competencia electoral por Zacatecas Capital. Por lo visto y escuchado, en el Corredor Electoral, no hay "nada para nadie".