La súbita transformación que inició en 2018 y que adquiere inmensa continuidad con Claudia Sheinbaum Pardo, ha derribado los muros de la oposición y de plano, demolido la hegemonía que durante 10 sexenios imperó y ahora transcurre una etapa en la que se construye un segundo piso a la cuarta transformación y en ese proceso los cambios y las reformas que se aplican apabullantes, más empequeñecen o minimizan a los partidos y sus fracciones en el Congreso de la Unión, al grado que los partidos en el poder no admiten modificaciones en el Paquete Económico 2025 e imponen sus reglas con los argumentos del bienestar a través de sus políticas sociales y consecución de sus grandes infraestructuras.
Bajo esas condiciones, se advierte una crisis de representatividad, a los representantes populares que son los legisladores, les gana la soberbia y arrogancia y, aunque promueven el diálogo y la inclusión, lo incumplen y de hecho, sin misericordia aplastan a los adversarios para reorientar los recursos presupuestales a sus fines y propósitos que cubren con supuesta austeridad; esa representatividad se exhibe impotente entre los legisladores, diputados federales y senadores de la oposición y en el horizonte mediático y el activismo en los pueblos y municipios, se muestran diezmados, reducidos e incapaces de responder con ventajas presupuestarias a sus estados y municipios.
En este sentido, caben los cuestionamientos que lamentablemente solo suscitan polarización de expresiones y opiniones, críticas y diferencias. Por ello y racionalmente, más allá de los colores, de las tendencias políticas e ideológicas y de los grupúsculos de poder, la emoción por el interés superior de Zacatecas, debe vibrar entre los diputados federales zacatecanos, porque de lo contrario, será una pena y más vergüenza, que ese enorme colectivo de 13 diputados federales y también los 5 senadores, no asumen con entereza y más contundencia su fuerza política, la que debe ser real, rotunda, no simulación y menos ficción, porque las realidades críticas que vive el estado, se exhiben como carencias sociales, atrasos económicos e industriales, y caída de los empleos, como así lo demuestran las estadísticas del IMSS.
Es de plano inconcebible que 4 coordinadores parlamentarios de las principales fuerzas políticas, según esto muy zacatecanos, Ricardo Monreal Ávila, Morena; Noemí Berenice Luna Ayala, PAN; Carlos Puente Salas, Verde Ecologista; y Rigoberto Sandoval, PT; no demuestran voluntad política ni capacidad de conciliar sus diferencias para lograr modificaciones presupuestarias en favor del interés superior de Zacatecas, y aquí también hay que contemplar al diputado federal Alfonso Ramírez Cuéllar, Presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, es decir, la instancia legislativa que reparte y comparte los recursos de ese multimillonario Paquete Económico 2025.
Es increíble que no puedan sumarse como fuerza política y lograr la proeza que los zacatecanos les exigen como sus representantes populares, que salgan y se alejen de la impotencia y dependencia, que se acerquen con responsabilidad institucional a su estado y municipios, los que han de ser libres y autónomos para gestionar mayores recursos a fin de superar la ausencia de inversiones, la decadencia turística y la improductividad en el campo, conjunto de fatalidades que deben obligarlos a la reflexión y decisión por su tierra.
La súbita transformación que inició en 2018 y que adquiere inmensa continuidad con Claudia Sheinbaum Pardo, ha derribado los muros de la oposición y de plano, demolido la hegemonía que durante 10 sexenios imperó y ahora transcurre una etapa en la que se construye un segundo piso a la cuarta transformación y en ese proceso los cambios y las reformas que se aplican apabullantes, más empequeñecen o minimizan a los partidos y sus fracciones en el Congreso de la Unión, al grado que los partidos en el poder no admiten modificaciones en el Paquete Económico 2025 e imponen sus reglas con los argumentos del bienestar a través de sus políticas sociales y consecución de sus grandes infraestructuras.
Bajo esas condiciones, se advierte una crisis de representatividad, a los representantes populares que son los legisladores, les gana la soberbia y arrogancia y, aunque promueven el diálogo y la inclusión, lo incumplen y de hecho, sin misericordia aplastan a los adversarios para reorientar los recursos presupuestales a sus fines y propósitos que cubren con supuesta austeridad; esa representatividad se exhibe impotente entre los legisladores, diputados federales y senadores de la oposición y en el horizonte mediático y el activismo en los pueblos y municipios, se muestran diezmados, reducidos e incapaces de responder con ventajas presupuestarias a sus estados y municipios.
En este sentido, caben los cuestionamientos que lamentablemente solo suscitan polarización de expresiones y opiniones, críticas y diferencias. Por ello y racionalmente, más allá de los colores, de las tendencias políticas e ideológicas y de los grupúsculos de poder, la emoción por el interés superior de Zacatecas, debe vibrar entre los diputados federales zacatecanos, porque de lo contrario, será una pena y más vergüenza, que ese enorme colectivo de 13 diputados federales y también los 5 senadores, no asumen con entereza y más contundencia su fuerza política, la que debe ser real, rotunda, no simulación y menos ficción, porque las realidades críticas que vive el estado, se exhiben como carencias sociales, atrasos económicos e industriales, y caída de los empleos, como así lo demuestran las estadísticas del IMSS.
Es de plano inconcebible que 4 coordinadores parlamentarios de las principales fuerzas políticas, según esto muy zacatecanos, Ricardo Monreal Ávila, Morena; Noemí Berenice Luna Ayala, PAN; Carlos Puente Salas, Verde Ecologista; y Rigoberto Sandoval, PT; no demuestran voluntad política ni capacidad de conciliar sus diferencias para lograr modificaciones presupuestarias en favor del interés superior de Zacatecas, y aquí también hay que contemplar al diputado federal Alfonso Ramírez Cuéllar, Presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, es decir, la instancia legislativa que reparte y comparte los recursos de ese multimillonario Paquete Económico 2025.
Es increíble que no puedan sumarse como fuerza política y lograr la proeza que los zacatecanos les exigen como sus representantes populares, que salgan y se alejen de la impotencia y dependencia, que se acerquen con responsabilidad institucional a su estado y municipios, los que han de ser libres y autónomos para gestionar mayores recursos a fin de superar la ausencia de inversiones, la decadencia turística y la improductividad en el campo, conjunto de fatalidades que deben obligarlos a la reflexión y decisión por su tierra.