/ viernes 19 de julio de 2024

Crónica del poder / Confianza de Zacatecas en López Obrador y Sheinbaum Pardo

Bajo el optimismo y entusiasmo que generan las lluvias sobre las tierras labrantías, hoy están en Zacatecas el dueto presidencial, Andrés Manuel López Obrador, el todavía jefe de la Nación y la primera mujer electa Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo y con el gobernador David Monreal Ávila, en el Palacio de Convenciones conducirán evaluación de los programas agropecuarios, evento ante los productores agrícolas y ganaderos y en el que también participará el Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos, lo que tiene que ser una conjunción de ideas, proyectos y propuestas que encaren las prioridades del campo con la invaluable participación de los productores, los verdaderos actores y protagonistas del impulso a la autosuficiencia alimentaria en el país y en esta tierra cruel y colorada.

Está muy claro, que no será posible hablar de justicia social ni de políticas públicas al campo, sí no están en el escenario las mujeres y hombres del campo, que urgen por decisiones y no meros intentos y más compromisos que no se cumplen, urgen pues por soluciones en serio y más responsables. El par presidencial, el que está por irse a su rancho y la que llegará el primero de octubre al Palacio Nacional, deben conocer que los zacatecanos tienen la percepción de que sufren el abandono presupuestario de la federación, no de ahora, sino en las últimas tres décadas, aunque ahora se muestran más sensibles porque resienten rezagos ancestrales y un dramático retroceso económico, provocados por las erráticas estrategias de desarrollo y la más pavorosa corrupción en todos los niveles estructurales de gobierno.

La correspondencia del gobierno federal hacia el estado, es ingrata e injusta, porque todo mundo reconoce las aportaciones del campo zacatecano a la alimentación de los mexicanos: primeros lugares en producción de frijol, chiles, cebollas, ajos, zanahorias, tomates, duraznos, uvas, manzanas, etc. y lo que ya es tradicional como entidad minera, primeros lugares en producción de plata, oro, cobre y zinc y como siempre, Zacatecas aparece en el último lugar en crecimiento económico, es el 32 de entre los 32 estados, de manera que en lugar de lloriquear y entrar en lamentaciones, esperan que López Obrador, Sheinbaum Pardo y Monreal Ávila, ya construyan los otros datos de los que siempre hablan o pregonan en el discurso.

Si del campo y de los programas agropecuarios van a tratar, no pueden omitir el tema del agua para irrigación de las áreas agrícolas, pero sobre todo el abastecimiento de agua potable a las comunidades, pueblos y municipios, desde Jiménez del Teúl, hasta la zona metropolitana de Fresnillo, Zacatecas Capital y Guadalupe, estamos hablando del sistema Milpillas, compromiso reiteradamente ventilado aquí por el Presidente y que hoy debe retomar para que motive el efecto de la continuidad en el segundo piso de la cuarta transformación, que Sheinbaum Pardo se dispone a edificar. Los compromisos con Zacatecas deben materializarse a fin de elevar efectivamente el bienestar de la población, que ve cómo se avanza en la estrategia de pacificación para revertir la negativa percepción de inseguridad, las decisiones presidenciales deben lograr la reivindicación de los gobiernos ante la población que vive la transformación a través de la nueva gobernanza.

Bajo el optimismo y entusiasmo que generan las lluvias sobre las tierras labrantías, hoy están en Zacatecas el dueto presidencial, Andrés Manuel López Obrador, el todavía jefe de la Nación y la primera mujer electa Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo y con el gobernador David Monreal Ávila, en el Palacio de Convenciones conducirán evaluación de los programas agropecuarios, evento ante los productores agrícolas y ganaderos y en el que también participará el Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos, lo que tiene que ser una conjunción de ideas, proyectos y propuestas que encaren las prioridades del campo con la invaluable participación de los productores, los verdaderos actores y protagonistas del impulso a la autosuficiencia alimentaria en el país y en esta tierra cruel y colorada.

Está muy claro, que no será posible hablar de justicia social ni de políticas públicas al campo, sí no están en el escenario las mujeres y hombres del campo, que urgen por decisiones y no meros intentos y más compromisos que no se cumplen, urgen pues por soluciones en serio y más responsables. El par presidencial, el que está por irse a su rancho y la que llegará el primero de octubre al Palacio Nacional, deben conocer que los zacatecanos tienen la percepción de que sufren el abandono presupuestario de la federación, no de ahora, sino en las últimas tres décadas, aunque ahora se muestran más sensibles porque resienten rezagos ancestrales y un dramático retroceso económico, provocados por las erráticas estrategias de desarrollo y la más pavorosa corrupción en todos los niveles estructurales de gobierno.

La correspondencia del gobierno federal hacia el estado, es ingrata e injusta, porque todo mundo reconoce las aportaciones del campo zacatecano a la alimentación de los mexicanos: primeros lugares en producción de frijol, chiles, cebollas, ajos, zanahorias, tomates, duraznos, uvas, manzanas, etc. y lo que ya es tradicional como entidad minera, primeros lugares en producción de plata, oro, cobre y zinc y como siempre, Zacatecas aparece en el último lugar en crecimiento económico, es el 32 de entre los 32 estados, de manera que en lugar de lloriquear y entrar en lamentaciones, esperan que López Obrador, Sheinbaum Pardo y Monreal Ávila, ya construyan los otros datos de los que siempre hablan o pregonan en el discurso.

Si del campo y de los programas agropecuarios van a tratar, no pueden omitir el tema del agua para irrigación de las áreas agrícolas, pero sobre todo el abastecimiento de agua potable a las comunidades, pueblos y municipios, desde Jiménez del Teúl, hasta la zona metropolitana de Fresnillo, Zacatecas Capital y Guadalupe, estamos hablando del sistema Milpillas, compromiso reiteradamente ventilado aquí por el Presidente y que hoy debe retomar para que motive el efecto de la continuidad en el segundo piso de la cuarta transformación, que Sheinbaum Pardo se dispone a edificar. Los compromisos con Zacatecas deben materializarse a fin de elevar efectivamente el bienestar de la población, que ve cómo se avanza en la estrategia de pacificación para revertir la negativa percepción de inseguridad, las decisiones presidenciales deben lograr la reivindicación de los gobiernos ante la población que vive la transformación a través de la nueva gobernanza.