En los últimos años la ciudadanía se está distanciando cada vez más por diferencia en expectativas políticas, preferencias electorales e incluso hasta en opiniones de lo que debe ser la dinámica sociopolítica y económica de nuestro país. Esta polaridad aumenta respecto a otros años debido al pasado proceso electoral y mayormente por el conflicto entre corrientes ideológicas de izquierda y derecha sobre la reforma al Poder Judicial.
En la Cámara de Diputados Federal ganó la votación al respecto la autodenominada “cuarta transformación, 4T” con 359 votos a favor, 135 en contra y ninguna abstención, ello es mayoría calificada con todo lo que implica en términos legales, jurídicos, gubernamentales y
Sin embargo, es menester formularse la pregunta ¿En futuro inmediato cuál es va a ser el tipo de gobernabilidad para México? pues la oposición seguramente incrementará su lucha para posicionarse políticamente y también para negociar con la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
También ¿cuáles serán las relaciones entre el poder gubernamental con el poder de élites económicas nacionales e internacionales? ¿Qué tipo de política partidista y organizaciones de “conservadores” tendrán como respuesta a la votación de reforma al Poder Judicial?
Ya en ocasiones anteriores en este mismo espacio periodístico se ha argumentado sobre la necesidad de equilibrio entre fuerzas políticas en la vida parlamentaria mexicana. Décadas atrás cuando el PRI era partido hegemónico con una gran mayoría en las Cámaras de Diputados federal y de Senadores no existía equilibrio parlamentario como las varias reformas contrarias a la vida democrática y económica de los mexicanos (por ejemplo el pago multimillonario por muchos años que el contribuyente paga en lugar de los dueños de bancos, el FOBAPROA; quitar al mismo tiempo a todos los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación).
Paralelo a ello, ahora es más indispensable que en conjunto la oposición a la 4T sean verdaderamente inteligentes y propositivos, que dejen de ser una oposición contestataria y mentirosa, que tengan un conjunto de estrategias electorales viables y pertinentes para recuperar cuotas de votación. Ya no sean partidos donde las respectivas dirigencias nacionales solo piensan y actúan individual y grupalmente, que sean partidos que favorecen a sus militantes de a pie.
La 4T está demostrando que le resultó su “plan c” y van a ejercer el poder a su criterio, van a cumplir la regla de oro en política de “Si llegas al poder, mantente en él como puedas y el tiempo que puedas”. Para el pueblo de México es necesario que los partidos en el poder gubernamental y con poder político agrupados en la 4T se preocupen y sobre todo ocupen de crear condiciones reales en calidad de vida ciudadana. Que sean respetuosos en su política de adversarios.
Los mexicanos de real desarrollo humano sustentable y para ello necesitamos de un nuevo pensamiento de la clase política nacional.