A seis años del inicio del gobierno del pueblo personificado en el presidente Andrés Manuel López Obrador, es necesario hacer un balance de los logros y desafíos que enfrenta nuestro país. Las mujeres y hombres que damos vida al Partido del Trabajo formamos parte del movimiento que ha impulsado la transformación nacional y desde el Congreso de la Unión hemos impulsado una agenda legislativa de izquierda y progresista.
El voto del PT en el Poder Legislativo fue esencial para concretar las más significativas reformas de nuestra historia moderna y así, garantizar condiciones de bienestar a los grupos poblacionales más necesitados como los programas sociales que hoy son un derecho de las y los mexicanos. Gracias a ello, hoy tenemos un país con menos pobreza y con menos desigualdad. En México, 30 millones de familias reciben un apoyo del gobierno.
De igual forma, desde el Senado y la Cámara de Diputados defendimos y ampliamos los derechos de la clase trabajadora al eliminar la subcontratación laboral, la consolidación del derecho a vacaciones dignas, pensiones del bienestar, la democracia sindical, el reconocimiento a la seguridad social para las y los trabajadores del hogar, además, un incremento histórico al salario mínimo por encima de la inflación.
Asimismo, logramos que la educación inicial sea un derecho de la niñez y el Estado sea responsable de concientizar sobre su importancia y garantizar, junto con la educación básica, su impartición. En materia de seguridad, participamos activamente en la creación de la Guardia Nacional, institución que participa en revertir la inseguridad que existe en distintas zonas del territorio nacional.
Con estas y otras acciones, se están combatiendo los grandes rezagos que dejaron los 36 años que duró el periodo neoliberal en nuestro país y hemos hecho posible un desarrollo inclusivo y de bienestar, fundando así las bases del humanismo mexicano para asegurar las condiciones de una vida digna, la gobernabilidad, el crecimiento económico, el fomento a la inversión nacional y extranjera, la creación de empleos y la paulatina consolidación de la paz social.
Pero aún existe una tarea titánica que debe ser llevada a cabo. Hoy tenemos la tarea de reformar el Poder Judicial para otorgar independencia a los jueces, magistrados y ministros de los poderes fácticos y económicos, para brindar justicia pronta y expedita. El reto es claro: avanzar en la prosperidad compartida; en el desarrollo económico inclusivo, con bienestar en la sustentabilidad, en la soberanía nacional y en un futuro mejor para todas y todos los mexicanos